Marisa González y su arte generativo protagonizan una gran antológica
Data
25.05.21 - 25.09.22
Lekua
Madrid - Madrid

La artista bilbotarra Marisa González, a sus 82 años, vuelve al Reina Sofía, un museo al que contribuyó a dar vida, en sus inicios, con sus primeras exposiciones y que ayer acogió la inauguración de la primera gran muestra dedicada a la artista que se abre este hasta el 22 de septiembre. Dicha muestra tendrá continuidad este otoño en la Alhóndiga de Bilbo. A través de una serie de obras donde se aprecia su lado más reivindicativo, la exposición muestra también su carácter pionero.
Manuel Segade, director del Centro de Arte Reina Sofía, ha definido a Marisa González como «una presencia constante, un espíritu crítico que siempre ha estado ahí, en cada exposición, en cada inauguración, dando muestras de una curiosidad impagable por todos los procesos de creación artística. Es una figura puente y una de las artistas claves a la hora de definir las estéticas de la segunda ola del movimiento feminista». Por eso, para el director del museo que desde este miércoles albergará la primera gran retrospectiva dedicada a la artista bizkaina, «esta exposición es fruto de una deuda contraída».
La muestra, que se ha presentado este martes con una representación institucional en la que destacó la presencia de Gonzalo Olabarria, concejal de cultura del ayuntamiento de Bilbo, está comisariada por Violeta Janeiro. Ella fue la responsable de coordinar una visita guiada para la prensa en compañía de la propia Marisa González. Se notaba la complicidad entre ambas, no en vano la exposición que presentaron ayer es fruto de un largo período de encuentros donde, cada martes, la artista abrió las puetas de su estudio a la curadora de cara a ordenar, organizar y seleccionar las piezas que forman parte de esta antológica.
Janeiro ha definido el estudio de la artista como «un agujero negro de donde no paran de emerger obras. Casi todas las piezas que conforman esta muestra proceden directamente de allí y nunca antes habían sido expuestas, lo cual me parece aberrante».
Durante la rueda de prensa que ha precedido a la visita guiada, Violeta Janeiro ha querido poner el énfasis en el concepto de «arte generativo», término en torno al cual se ha armado esta exposición que revela el carácter pionero de Marisa Sánchez a la hora de crear obras mediante el uso de herramientas ligadas a las nuevas tecnologías, como, en los años 70 y 80, podían ser el fax, la fotocopiadora a color o el sistema gráfico informático Lumena, introducido por ella en el Estado español: «Lo interesante de Marisa es el modo performático de acercarse a estas máquinas; no lo hace para producir copias de una imagen sino para subvertir el significado de esa copia».
En este sentido, la sala dedicada a los feminismos evidencia la influencia que recibió la bilbotarra durante sus años de formación en EE.UU, un territorio donde, a mediados de los 70 su militancia antifranquista la llevó a vincularse con movimientos pacifistas y pro derechos civiles que determinarían un enfoque combativo en su arte y una cultura asociacionista que la llevó a participar en diversos colectivos: «Si quieres ir rápido, ve sola, pero si quieres llegar lejos, mejor en grupo», manifestó Marisa González ante los periodistas para justificar su compromiso social.
Fruto de este compromiso son sus obras de los últimos veinte años, donde ha transitado territorios como el de las instalaciones o el de la fotografía documental, desarrollando en ellos ese espíritu crítico que siempre ha caracterizado su obra. Prueba de ello son dos instalaciones sobre la destrucción de la arquitectura industrial, la primera centrada en la central nuclear de Lemoiz y la segunda en la Panificadora de Bilbo.
En ambas instalaciones, González reivindica a los obreros (y singularmente a los migrantes) como protagonistas en la sombra del auge económico que vivió Bizkaia en el siglo XX. Serán justamente estos dos trabajos los que protagonicen la exposición que acogerá la Alhóndiga de Bilbo a partir de octubre. Dicha exposición no será una simple prolongación de la muestra del Reina Sofía sino, más bien, un desarrollo de la misma. Este hecho evidencia el apabullante caudal creativo de una artista como Marisa González que, a sus 82 años, se define «más activa que nunca».
El horario de visita es: lunes de 10.00 a 21.00. Martes cerrado. De miércoles a sábado de 10.00 a 21.00. Domingos de 10.00 a 14.30.
Marisa Gonzalezen erakusketa Madrilen
Bere izpiritu kritikoa eta jakinmina nabarmendu ditu Manuel Segadek, Reina Sofiako zuzendariak. Lehen erakusketa handia eskaini dio museoak Marisa Gonzalezi. Artista bilbotarraren izaera aintzindaria nabarmendu du bertan Violeta Jaineiro komisarioak, izan ere lehenengoetakoa izan zen teknologia berriei lotutako erraminten erabileran. Urritik aurrera Bilboko Alondegiak hartuko du erakusketaren garapena. Honek agerian uzten du Gonzalez bezalako artista baten sormen emari agortezina, 82 urterekin bere burua «inoiz baino aktiboago» definitzen duena.
Kokapena
Museo Reina Sofía
Santa Isabel, 52
Madrid. Madrid