«Hola buenas! ¿Qué tal?». «Pero, oiga, ¿de qué va usted? Dice buenas con la que está cayendo, y encima me pregunta a ver qué tal. Pues le voy a ser sincero: muy malas y yo, personalmente, de puta pena». «Eso será porque estará usted sin vacunar, pese a que tiene edad más que suficiente para ello». «Estoy sin vacunar porque no me dejé inyectar AstraZeneca, y he pasado a la cola. Pero no me quejo, porque en mi casa somos de Pfizer». «Es usted de buen conformar. Nosotros tampoco somos muy de AstraZeneca porque lleva partículas de chimpancé, así que si nos la quieren meter también objetaremos, porque además produce trombos, y eso a mí me molesta hasta cuando me pasa con la bechamel». «Yo, ahora estoy más por la de Moderna, que me suena a progreso. Ante era de Jansen, porque no me gusta que me pinchen y esta es monodosis, pero se ha comprobado que también produce trombos aunque no lleva partículas de mono». «Pues con mono estoy yo, pero de que me metan alguna de una vez». «Hombre, lo del mono es normal, pero tampoco vas a dejarte meter cualquier cosa. Mire, yo siempre he sido de familia de rojos y me molaría que me pusieran la Sputnik, que con un chute te da un subidón de marxismo que alucinas». «Oiga, más despacito. No politice las cosas que usted será rojo, pero yo soy de Isabel». «¿De qué Isabel, la de ‘hoy comemos con Isabel’?». «No joder, de Isabel Díaz Ayuso, la lideresa emergente, y a mí lo que me mola es que te vacunen y luego una cerveza en una terraza». «Pues le parecerá politizar, pero yo estoy por la Soberana». «Ya, porque cree que lleva coñac». «De eso nada: es la vacuna cubana y sales bailando el son». «Mire: Yo soy liberal y esto lo arreglaba poniendo en las terrazas una carta de vacunas, y que cada cual se pinche lo que quiera mientras toma su cañita. Eso sí, pagando». «Me han dicho que para salvar el verano van a organizar en la Zurriola un conciertazo con Johnson & Johnson, Astra ¡Zeneca y Ortega y Gasset». «¿Juntos?». «Sí, pero no revueltos; con las distancias de seguridad y todas las garantías». «Qué alivio saberlo. Hasta otra».
