Alvaro  Reizabal
Alvaro Reizabal
Abogado

OTAN: taza y media

Aunque los vascos no queramos pertenecer a ese engendro militar, estamos dentro de él a la fuerza y pretenden que lo celebremos como un feliz acontecimiento.

Hace ahora cuarenta años que se celebró el referéndum sobre la adhesión del Reino de España en la OTAN. Es bien conocida la postura del PSOE, que pasó de «OTAN de entrada no» a solicitar el voto afirmativo a la adhesión a la alianza militar una vez que hubo ganado las elecciones; un auténtico tocomocho.

Pese a que el voto afirmativo fue mayoritario en el conjunto del Estado, es de subrayar que en Hego Euskal Herria el rechazo fue rotundo al no conseguir el resultado suficiente requerido para ello. Es importante resaltar que el PNV, pese a una pretendida libertad de voto a sus afiliados, se posicionó abiertamente a favor en aras a la occidentalidad y el europeísmo, sin hacer referencia y ocultando de tapadillo su perpetuo alineamiento con los postulados yankis.

Pero como a nivel estatal ganó el sí, pues ahí estamos los vascos enrolados en el bloque militar dirigido por los Estados Unidos y contribuyendo con nuestros impuestos al pago de las millonarias cuotas que exige la pertenencia a ese club. ¿Se explican ahora porque el Estado español mantiene siempre que nuestro futuro como pueblo y el estatus jurídico que queramos darnos no será decidido por nosotros, sino por todos los españoles? Pues está bien claro.

Para conmemorar los 40 años del evento han organizado una celebración por todo lo alto en el Teatro Real de Madrid a la que acudieron las principales autoridades civiles y militares, y presidida por el Rey no emérito, por el otro, incluyendo el chunda-chunda y posterior comilona para toda la numerosa peña congregada al efecto.

Aprovechando la ocasión Sánchez se muestra partidario de más gastos en defensa para aumentar la capacidad de disuasión española, y para fin de mes la traca final con la celebración de la cumbre de la OTAN en Madrid que según aseguran todas las fuentes va a ser muy importante.

Total, que, aunque los vascos no queramos pertenecer a ese engendro militar, estamos dentro de él a la fuerza y pretenden que lo celebremos como un feliz acontecimiento. Como vulgarmente suele decirse, si no quieres taza, taza y media.

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