Una de las formas de acceso a la judicatura es el llamado cuarto turno, reservado a profesionales del derecho de reconocido prestigio y más de 10 años de ejercicio profesional, que permite hacerse magistrado sin tener que opositar, y que no suele ser muy del agrado de los que opositan porque consideran que es un atajo. Además, lo del reconocido prestigio es un concepto jurídico indeterminado de difícil definición. Pero lo cierto es que ese camino existe, también para acceder a otros empleos públicos de campanillas y golosa retribución.También son populares las personas de reconocido prestigio en la vida pública a los que suele llamarse notables, históricos o barones, es decir, gentes que han gozado de predicamento, normalmente por haber ocupado cargos públicos, y que, en algunas ocasiones, se juntan y firman un manifiesto dando su opinión sobre ciertos temas con el ánimo de influir en la opinión pública y llevar el agua a su molino. Estos días hemos sabido que un grupo de excargos del PSOE ha firmado un documento pidiendo la renuncia de Sánchez para restituir el honor del partido. Entre ellos brillan con luz propia Barrionuevo y Vera, además de Nicolás Redondo Terreros. Los dos primeros fueron condenados por ser los máximos dirigentes del GAL junto al celebérrimo señor «X». También hubo condenas por meter la mano en el cajón de los fondos reservados para la financiación del GAL y también para lucro propio, aunque Vera justificaba su fortuna por los beneficios de la ferretería de su suegro. No es de extrañar, pues que ahora encabecen un movimiento para restablecer el honor del partido que tan alto dejaron ellos. Redondo fue expulsado en 2023 por reiterado menosprecio al partido y por apoyar las manifestaciones convocadas por el PP, y sus actos están plenamente alineados con la estrategia pepera, igual que los de Guerra, que está sufriendo mucho, y González, Felipón, que ahora tiran la piedra y esconden la mano tras estos próceres de la honradez. Líbrame de mis amigos, que de los enemigos ya me ocupo yo.