Alvaro  Reizabal
Alvaro Reizabal
Abogado

Sorpresas te da la vida

A la salida del funeral del pobre cartero se produjeron graves incidentes, pues la Policía se empleó con contundencia llegando a usar fuego real e hiriendo de bala a un manifestante.

José Luis Corcuera pasó a la historia porque en su tiempo se aprobó la Ley Corcuera, más conocida por «la de la patada en la puerta», porque permitía a la Policía entrar en domicilios particulares sin autorización judicial, algo posteriormente declarado inconstitucional.

Entre sus hazañas, mas allá de declaraciones fuera de tiesto, estuvo la protagonizada en el Santiago Bernabeu cuando fue sorprendido entrando con una bota de vino, algo prohibido por la normativa reguladora de los recintos deportivos. Ya no era ministro, pero iba acompañado por varios escoltas. Cuando los seguratas le dijeron que no podía meter la bota al campo puso en practica la conocida táctica del «usted no sabe con quien está hablando» diciendo que era exministro de Interior y en consecuencia alguien no peligroso, y que tenían que dejarle pasar. El castizo recipiente desapareció, pero al cabo de un rato las cámaras de seguridad del estadio le pillaron bebiendo y, tras larga discusión, se salió con la suya y se quedó con el vino. ¡Qué sorpresa!

El 20 de setiembre de 1989, cuando sí era ministro, murió víctima de atentado con paquete bomba el joven cartero José Antonio Cardosa. Los hechos ocurrieron en Orereta-Errenteria y desde el primer momento HB denunció que se trataba de guerra sucia, porque el paquete iba dirigido a Ildefonso Salazar «Melli», militante abertzale. Desde Interior insistieron en que no había ningún indicio de que la autoría fuera distinta de ETA, y que llevaba el sello de la organización. A la salida del funeral del pobre cartero, al que asistió el gobernador Goñi Tirapu, se produjeron graves incidentes, pues la Policía se empleó con contundencia llegando a usar fuego real e hiriendo de bala a un manifestante. Al tiempo se celebró el juicio contra los detenidos tras el funeral. Fueron condenados por desordenes públicos y atentado a la autoridad.

Ahora se confirma que el paquete, idéntico a los que enviaba ETA, se remitió desde las cloacas del Estado. Resulta que Corcuera, conocido como «el electricista de la Naval», en realidad era «el bombero». ¡Qué sorpresa!

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