Amparo Lasheras
Amparo Lasheras
Periodista

Regalar el relato, no

las huelgas de Gasteiz tuvieron como motor, no los sindicatos entonces prohibidos o inexistentes, sino un movimiento obrero asambleario

Dirigentes de las instituciones alavesas y del Gobierno Vasco han sorprendido a Gasteiz con la firma de un convenio, por el cual, el obispado cede la iglesia de San Francisco para albergar un memorial de las víctimas del 3 de Marzo y de otras vulneraciones de derechos humanos. Artolazabal, González y Urtaran anunciaron que las tres instituciones serán las que «lideren» el proyecto, aunque también contarán con colectivos memorialistas y aquellos «sindicatos» a los que pertenecían las víctimas. Estas últimas palabras demuestran un gran desconocimiento de lo ocurrido o, lo que es peor, una falta de interés y respeto hacia la memoria que pretenden salvaguardar.

Quizás recordar aquella lucha no sea de su agrado neoliberal, pero habrá que informarles de que las reivindicaciones y las huelgas de Gasteiz tuvieron como motor, no los sindicatos entonces prohibidos o inexistentes, sino un movimiento obrero asambleario, ejemplo de organización, unidad y solidaridad popular. Un movimiento cuya memoria es y debería ser un tesoro de dignidad. Y digo… cómo unas instituciones y un partido (PNV) que protege a la patronal, criminaliza la huelga, la califica como un «concepto finiquitado» y golpea a los trabajadores, tiene la soberbia de «liderar» un centro para la memoria de la lucha obrera. Consentirlo sería regalarles el relato y matar por segunda vez a los 5 trabajadores.

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