Anjel Ordóñez
Anjel Ordóñez
Periodista

Menos pilas

Si de verdad llegase un apagón generalizado, tener a mano una linterna y diez cajas de pilas proporcionaría una tranquilidad muy relativa frente a la ausencia de internet, teléfonos, atención sanitaria esencial etc.

Lo he leído en la prensa. En los últimos días, en muchas ferreterías, se han agotado las existencias de linternas, cocinas de gas y pilas. La voz de alarma ha saltado en Austria, donde la ministra de Defensa ha asegurado que «la cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo». Y si lo dicen los militares... No sé, pero si de verdad llegase un apagón generalizado, tener a mano una linterna y diez cajas de pilas proporcionaría una tranquilidad muy relativa frente a la ausencia de ordenadores, semáforos, internet, teléfonos, atención sanitaria esencial, en suma, de desabastecimiento generalizado de bienes y servicios.

Habría que consultar a un experto para encontrar las intenciones últimas de este atronador ruido, pero el sentido común me dice que algo tendrá que ver con el vergonzante incremento de los precios de la electricidad y los combustibles en general. El mecanismo se resume en un axioma popular muy conocido: «No valoras lo que tienes hasta que lo pierdes». Algo así como «dejen ustedes de quejarse si sube la factura de la luz, porque peor sería si se quedasen sin ella».

Esta es la cara de la moneda del asunto. La cruz es el irreparable daño que supone la generación de energía para el medio ambiente y la ausencia de alternativas sostenibles para garantizar las exigencias de un modelo de sociedad patológicamente dependiente del binomio maldito producción-consumo.

Nunca mejor momento para recordar que la solución, la única solución definitiva, pasa por la reducción drástica del consumo, la reactivación de la reutilización y la apuesta decidida por el reciclaje. No esperen, a pesar del postureo y las costosas campañas de marketing, que el impulso para avanzar con fuerza en este camino venga desde arriba. Como casi todo lo que merece la pena, deberá arraigar con fuerza en el suelo para después ir creciendo y desarrollándose. Y, por favor, compren solo las pilas que necesiten. O menos.

Bilatu