Anjel Ordóñez
Anjel Ordóñez
Periodista

Obtuso

Un par de conclusiones. Primera: no hay mes malo para hacer aprecio al diccionario. Segunda: en política, como en geometría, se puede ser agudo, llano y obtuso.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua, en su última edición, define «obtuso» como el adjetivo que califica a aquel objeto que no tiene punta. Es, por lo tanto, un sinónimo directo de «romo». Desde un punto de vista más científico, en el terreno de la geometría, «obtuso» es aquel ángulo que tiene más de 90 grados, o π/2 radianes, y menos de 180 grados, o π radianes; es decir, el que está entre el ángulo recto y el ángulo llano.

En realidad, la palabra que nos ocupa deriva del latín «obtusus». Difícil de olvidar el personaje de Caius Obtusus, el tozudo lanista de Goscinny y Uderzo en “Asterix Gladiador”, aclamada publicación que, por cierto, en marzo cumplirá sesenta años. Pero volvamos a la etimología. «Obtusus» significa «embotado», epíteto que define a aquel «que tiene dificultad para pensar con claridad». Enlaza de esta manera con la segunda acepción léxica de «obtuso» en el Julio Casares: «Necio, tardo de comprensión» o en el María Moliner «torpe, que comprende difícilmente y con lentitud». Y me permito citar el “Diccionario de la Injuria”, de los argentinos Bufano y Perednik, que habla de «corto de entendederas, porfiado, carente de inteligencia».

«Todos los que pitan el himno de España son unos hijos de puta» (mayo de 2017). «Gracias al rey, Barcelona no olerá a basura porque no irán los guarros de la CUP» (agosto de 2017). «Artur Mas sigue las consignas de ETA» (octubre de 2012). «El billete en turista me ha costado 200 más caro que si hubiera volado en primera clase. Pero es lo que quería el pueblo ¿no?» (abril de 2011). «Sabino Arana era el Adolfo Hitler de finales del siglo XIX» (abril de 2010). Y más recientemente, la semana pasada, «al modelo educativo que defienden PNV y Bildu sólo le importan dos aspectos: lengua y patria, es decir, imposición del euskera, desaparición del castellano y nacionalismo obligatorio». Por si todavía no lo habían adivinado, son citas de Carlos Iturgaiz, presidente del Partido Popular en la CAV.

Un par de conclusiones. Primera: no hay mes malo para hacer aprecio al diccionario. Segunda: en política, como en geometría, se puede ser agudo, llano y obtuso. Y se mire desde el ángulo que se mire, Iturgaiz se mueve, como pez en el agua, entre los 90 y los 180 grados.

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