Anjel Ordóñez
Anjel Ordóñez
Periodista

Pratofungo

Andoni Ortuzar quiere sacudirse la imagen de «amiguismo» que ha calado en la sociedad vasca tras décadas de gestión pública. Y esto no lo digo yo, que podría, sino las conclusiones de «Entzunez Eraiki».

Cuando alguien era atacado por la lepra, dejaba parientes y amigos y se iba a Pratofungo a pasar el resto de su vida esperando que el mal lo devorase. Se hablaba de grandes fiestas para recibir a cada recién llegado: desde lejos se oían hasta la noche subir sonidos y cánticos de las casas de los leprosos». Acaban de leer un fragmento de "El vizconde demediado", obra escrita por Italo Calvino en 1952 en clave de fábula fantástica, en la que aborda la dualidad de la condición humana a través de un análisis cercano al «Doppelgänger», término alemán que define al gemelo malvado que nos acecha a todos y cada uno de nosotros.

La obra narra la vida del vizconde Medardo de Terralba, partido en dos por una bala de cañón en la guerra contra los turcos, y cuyas mitades siguieron viviendo por separado en dos pueblos: la bella y próspera Terralba, y Pratofungo, donde los enfermos rechazados vivían una existencia de fiestas, despilfarros y orgías.

Bueno, pues el «PNV» ha decidido expulsar definitivamente del partido a los condenados por corrupción en el «caso De Miguel», tras la ratificación de la sentencia condenatoria por parte del Tribunal Supremo. Además, ha comunicado a Alfredo de Miguel y a Koldo Otxandiano sus despidos de la Fundación Hazi y el parque tecnológico de Álava. Todos a Pratofungo. Porque Andoni Ortuzar quiere sacudirse la imagen de «amiguismo» que ha calado en la sociedad vasca tras décadas de gestión pública. Y esto no lo digo yo, que podría, sino las conclusiones de «Entzunez Eraiki», un proceso de «escucha activa» promovida por el partido para modelar su acción política. El objetivo sería enmascarar el calculado dimorfismo entre la rectitud en JEL y la innegable apuesta por el clientelismo institucional como potente seguro de vida para un viejo partido. Un puedo y no quiero, pero que lo parezca.

Ahí va un spoiler. "El vizconde demediado" de Calvino termina cuando las dos mitades de Medardo se baten en duelo por una mujer y, heridos ambos de muerte, el médico Trelawney logra unir vísceras y venas, y vendar fuertemente a las dos mitades para salvarles la vida. De nuevo un único vizconde.

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