Koldo Campos
Koldo Campos
Memoria que respira y pan que se comparte

La puta estafa del ISERN

Jode tener que hablar de esto, pero precisamente, porque asquea que algo tan simple, tan fácil de resolver, tenga quince años enquistado en las habitaciones de estos hospitales.

Casi es una frivolidad, dadas las circunstancias, quejarse de la estafa que tiene montada en varios hospitales guipuzcoanos (Zumárraga y Donostia) una empresa «fantasma» llamada ISERN desde que se privatizó el servicio de televisión en los centros sanitarios. El «clientelismo» amigo del Gobierno Vasco traspasó el pingüe negocio a algún allegado al partido y de eso hace más de quince años.

En cada habitación hay dos pacientes, dos camas, dos sillas, dos sillones, dos armarios y un único televisor para que los dos ingresados vivan encabronados por no coincidir ni con el gusto ni con el volumen que eligió el otro. Por supuesto, no hay auriculares. ¡Y encima hay que pagar esa mierda!

Y jode tener que hablar de esto, pero precisamente, porque asquea que algo tan simple, tan fácil de resolver, tenga quince años enquistado en las habitaciones de estos hospitales. Si entonces, en lugar de emborronar varias páginas de denuncia en la sección de quejas y reclamaciones yo hubiera tenido el valor de arrancar el televisor y tirarlo por la ventana tal vez hoy no estaría haciendo la mala sangre que hago. ¡Benditas palas excavadoras!

(Preso politikoak aske)

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