Koldo Campos
Koldo Campos
Memoria que respira y pan que se comparte

Protocolos y «labis»

No sé qué suerte puedan correr los virus, las mascarillas y el metro y medio de distancia

No sé qué suerte puedan correr los virus, las mascarillas y el metro y medio de distancia, pero temo que si algo nos va a seguir acompañando hasta el día del juicio, va a ser el protocolo. Mágica palabra en la que se regodean los iluminados cada vez que disponen, por ejemplo, que a pesar de estar todo el mundo vacunado en las residencias, en las que ya entran las familias y de las que ya salen los residentes, sigan las auxiliares llevando, como si no agobiaran, mascarillas, pantallas plásticas, guantes e improvisados buzos todo el tiempo.


También en las escuelas los «labis» hacen estragos. ¿Cómo no va a resentirse el aprendizaje en las aulas cuando la comunicación apuesta por la distancia, prohíbe el contacto, te esconde la boca y te ahoga la palabra?


Cualquier protocolo que caiga en manos de los «labis» se convierte en antídoto ante cualquier pregunta que incomode y en la más socorrida excusa con que justificar absurdos. Aunque nos chirríe el raciocinio y el sentido común se vuelva sinsentido... «lo dice el protocolo», argumentan los «labis».


En Alemania, el pasado año, expertos «labis» duraron tres semanas ideando el protocolo del fútbol en cuanto se reanudara y cómo habrían de festejar los goles los jugadores. Aquel protocolo duró un partido.

(Preso politikoak aske.

Bilatu