Floren Aoiz
Floren Aoiz
Idazlea, Iratzar Fundazioaren zuzendaria

Avanzar por encima de monstruos y guerras

No hay en nuestra parte del mundo muchos lugares donde la lucha por un futuro digno de ser vivido tenga bases tan sólidas como en Euskal Herria.

Ya es un tópico que en las crisis lo viejo no termina de morir, lo nuevo no termina de nacer y aparecen los monstruos, o los fenómenos morbosos, que en ambas formas se formula la reflexión de Gramsci. No andamos faltos de unos y otros: esa galaxia de mutaciones capitalistas que conocemos como neoliberalismo está seriamente dañada, pero en la medida que no ha aparecido una alternativa o un modelo posneoliberal potente (o varios) que se perciba(n) como un horizonte referencial, proliferan monstruos de todo tipo, desde conspiracionismos y negacionismos hasta nostalgias paralizantes, pasando por autoritarismos, esencialismos, escapismos y fundamentalismos. En el lugar de las utopías movilizadoras y las estrategias transformadoras intentan abrirse camino diversas propuestas reaccionarias, algunas con discursos y estéticas que apelan a las tradiciones de la izquierda. Crecen la incertidumbre y la rabia, convertida a menudo en resentimiento canalizado hacia demandas de orden y revancha, «guerras entre probres» o sectarismos cuya obsesión es destruir grupos, movimientos y luchas en nombre de esta o aquella pureza.

La guerra de Ucrania nos está ofreciendo un estremecedor catálogo de monstruos y monstruosidades, en un mundo en el que las luchas por la hegemonía pintan mal mientras el planeta se enfrenta a riesgos cada vez mayores, sin que se busquen soluciones reales.

Aunque hasta ahora no lo parezca, esta es una columna escrita desde y para la esperanza. No hay en nuestra parte del mundo muchos lugares donde la lucha por un futuro digno de ser vivido tenga bases tan sólidas como en Euskal Herria. Podríamos decir que tenemos suerte, pero se trata más bien del resultado de décadas de luchas y sacrificios. Y especialmente, de la determinación de sumar voluntades por encima de sectarismos, derrotismos, purismos y esencialismos. Desde lo que hemos construido, hacia nuevos mares, abante!

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