Floren Aoiz
Floren Aoiz
Idazlea, Iratzar Fundazioaren zuzendaria

Yo reflexiono, tú reflexionas…

Bien puede verse como una caricatura de los tiempos que vivimos que haya un día dedicado oficialmente a la reflexión. En medio de la aceleración que nos rodea, no sobra el tiempo para meditar, así que, aunque sería deseable hacerlo todos los días, ¿por qué no también hoy?

Podría ser útil, por ejemplo, reflexionar sobre la democracia como conflicto. Todo el mundo habla de democracia, es muy raro que alguien se posicione públicamente en contra, pero, ¿estamos refiriéndonos a lo mismo cuando unas y otros la mencionamos? Creo que lo ocurrido en los últimos días nos puede ayudar a llegar a algunas conclusiones al respecto.

Esta campaña electoral ha sido muy sucia. No sé si la más guarra, a fin de cuentas hubo un tiempo en el que había opciones prohibidas y repartir papeletas era muy arriesgado, pero salta a la vista que hemos asistido a un despliegue de tácticas repugnantes contra determinadas fuerzas y asentar la idea de que es legítimo anular el efecto del voto popular si va a una opción determinada. Ya veremos si esta agresión termina siendo palo o boomerang, pero en cualquier caso, estamos ante la enésima comprobación de la concepción que algunos tienen de la democracia. Creo que estamos en un magnífico momento para reflexionar sobre la desfachatez con la que se justifica la criminalización de ideas en nombre de la moral o de las libertades.

Hablan de democracia mientras se empeñan en impedir que se haga realidad el poder del pueblo. Pero nada hay de extraño porque esa es la historia de la democracia, fruto siempre de las luchas de los y las de abajo contra las élites. Democracia es el nombre de las conquistas plebeyas, pero también el disfraz de las elites para frenarlas y apropiarse de ellas. Democracia es disputa, por tanto, y solo hay una manera de evitar que la vacíen de contenido, seguir llenándola con nuevos avances populares. Y hasta ahí puedo reflexionar hoy...

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