Iñaki Lekuona
Iñaki Lekuona
Irakaslea

En cuesta

Macron, como joven y sobradamente preparado, se las prometía felices tras posar sus nalgas en el trono del Elíseo. Pronto descubrió que el sillón quema, sobre todo cuando uno pretende ir a contra corriente usando el viento a favor de las encuestas. Según el semanario “L’Obs”, desde que Macron llegó al poder, el presupuesto gubernamental para sondeos y comunicación se ha doblado.

Y a pesar de ello, el presidente ha sido incapaz de modular las opiniones de sus electores, posiblemente porque en su reforma de las pensiones tuvo un error de cálculo que se tradujo en miles de chalecos amarillos en las calles y que tampoco ayudó que a mitad de legislatura le estallara una pandemia que sólo ha sabido gestionar desde el paternalismo, él, que más que padre parece el hijo adolescente que se cree que los derechos son unidireccionales y que van directos a su ombligo.

Ahora que se está contra las cuerdas en esas mismas encuestas que usa y pagamos todos, ha decidido contraatacar blandiendo la bandera de la modernización de un país que ciertamente huele a rancio. Pero, como buen francés, su reforma pasa por la corte de París, por su único idioma y la centralización uniformizadora de toda gestión. Y lo hace tan mal, que a los demás, los sondeos nos auguran un futuro en cuesta, hacia arriba y hacia la derecha, hacia la extrema derecha.

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