Ariane Kamio

Cuando el culo se pega…

Ariane Kamio

Decir que en el Tour todo va sobre ruedas es una simple redundancia, una absurda tontería. Hasta que a alguien se le pincha la rueda, deja de rodar y el rodaje de la película se jode para el resto de la competición. El protagonista es Alejandro Valverde y su film se podría llamar… pues… ‘Pesadilla en la cocina’, por ejemplo. No es que Alberto Chicote se haya montado sobre una bicicleta. ¡No por dios! ¡Qué esto es el Tour y no un «restauguar» de esos!

Pero las etapas se cocinan, al momento, con imaginación y con buena materia prima. Así lo decía el guapo –no lo puedo ocultar– Jordi Cruz en ‘Masterchef’. Entre fogones se elaboraba ayer la receta perfecta. Pinchazo, abanico y oportunidad de acortar distancias. ‘Temblor de rodillas sobre crema de Contador’ para Froome y ‘Etapa al microondas’ para Cavendish. El revuelto, para Valverde.

Y es que cuando todo parecía indicar que el Tour ya estaba visto para sentencia, o casi, Contador se pone a menos de tres minutos sobre Froome, Valverde se descuelga para siempre, y el pelotón espera ahora la llegada de los Alpes. De los aaaaaltos Alpes.

Un poco de acojono sí que le habrá entrado a Froome que, aunque sigue teniendo una cómoda ventaja, de Contador nos podemos esperar cualquier cosa.

Y mientras unos se pelean por la general, otros siguen siendo la guinda del pastel. Vigesimoquinta etapa para Cavendish en el Tour (no en el presente, claro, si no en su paso por la vuelta), que sabe sacar el máximo rendimiento al trabajo del pelotón.

Es la cara opuesta de Alejandro Valverde, que se le ha pegado el culo del puchero y no podrá rectificar el gusto a quemado de su guiso.

Lo dulce dulce es, y lo amargo amargo se queda. Así es el Tour. Veremos qué ocurre.