Itziar Ziga
Itziar Ziga
Una exrubia muy ilegal

A mis amigas del futuro

Somos unas 7.900 millones de «people»: nunca pienses que no puedes hacer amigas nuevas ni mandar al carajo a quien te haga daño.

Hace tiempo tuve una amiga a la que quería de verdad. Una princesa que andaba a dos pasos de sus zapatos de cristal...» Si continuas con la canción, es fácil que seas una chica que ronda los cincuenta. O un chico, ojo. O cualquiera que haya descubierto este himno feminista que teníamos cuando casi no teníamos himnos feministas. Una noche, acabé berreándola, tiradas en la calle y eufóricas, con la nueva novia de una ex mía, a la que acababa de conocer. Christina Rosenvinge nos confirmó a las niñatas de principios de los 90 lo que sabíamos, pero que el mundo y casi todas las otras canciones nos negaban: que en la vida había muchas más cosas y mejores que buscarte un novio, en masculino, y sufrir por él. Las amigas, las aventuras y la revolución, sobre todo.

“Tú por mí” habla de una amiga que tenía, en pasado, la fabulosa Rosenvinge, «¡qué bonito has ido evolucionando, nena, cada paso, siempre a nuestra vera!». La letra, seguía: «Pienso en ti, donde estés, y si vuelves otra vez, nos reiremos de este mal sueño, con una taza de café». La historia es que la amiga se echó un novio yonki, se enganchó tanto al tío como al caballo. Como tantas veces, él la chuleaba para que consiguiera, puteando malamente, la heroína para los dos... Y volvieron a reír, juntas: me acabo de enterar treinta años después. «Junto con otro chico con el que compartíamos piso desarrollamos un plan de rescate para Sarah. Un día, la esperamos en un coche en marcha y la rescatamos. Luego la escondimos para que no la descubriese él y para que se desintoxicase. Y lo conseguimos».

Mi amatxo fue una mujer maltratada: por un marido durante treinta años y por el patriarcado. Pero siempre tuvo amigas, amigas de esas con las que terminas meándote de la risa, literal y líquidamente. Somos unas 7.900 millones de people: nunca pienses que no puedes hacer amigas nuevas ni mandar al carajo a quien te haga daño. Digo «amigas» en interestelar genérico. Como gritan las niñatas colombianas y todas nosotras hoy en las manis: la Policía no me cuida, me cuidan mis amigas.

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