La angosta calle Robadors, el último reducto histórico de las putas visibles de Barcelona, nos volvió a tropezar. Hacía al menos una década que no veía a Linda Porn, la recuerdo siempre con su hija Frida. La niña se convirtió en chulaza y daba gusto verlas a ambas. Lo que no sabía es que en ese tiempo los servicios sociales las separaron. La excusa para semejante desmembramiento suele ser negligencia, en el caso de Linda Porn: ser migrante, trabajadora sexual alzada, madre soltera y pobre. De semejante crueldad, injusticia y sufrimiento, han creado una obra de teatro, madre e hija, llamada "La Llorona", que prometo traer a Iruñea. Denuncian más de 500 años de tradición española robando a las racializadas sus criaturas. Anneke Necro es actriz porno y compañera de Linda Porn, entre mil fascinantes cosas. Acaba de publicar "Deseo disidente: las políticas del placer" y la clava aquí. «Las trabajadoras sexuales y en este caso también las personas que trabajan en la industria del porno dirigiendo y produciendo, somos el canario que baja a la mina. Cuando nos veas caer, empieza a plantearte cuánto van a tardar en venir a por ti. No hay posibilidad de distinguir quién es una puta de quien no lo es, a ojos del censor, cualquier comportamiento sospechoso de ser una transgresión al orden natural de las cosas es suficiente motivo para sospechar. Esto implica ser borradas de internet, hacer saltar las alarmas en la recepción de un hotel o ser deportadas en un control de fronteras. Si eres alguien susceptible de parecer una puta, como una mujer viajando sola, una mujer vestida de ‘x’ forma, una mujer trans, una mujer migrante, una mujer pobre, te va a caer todo el estigma puta encima y se aplicará la ley anti trabajo sexual vigente en el territorio donde te encuentres. De este modo, solo una mujer blanca, cis, heterosexual acompañada de su pareja masculina cis, blanca, hetero, puede moverse tranquilamente en este mundo». Amen, hermana puta.