Bollera, travelo, zorra, maricón, guarra, marimacho, moña, puta, tortillera, viciosa, desviada, histérica, mariposón, marimutil, invertido, sodomita, amanerado, marichico, traba, manfloro, torta, rara, loca, puto, vagos y maleantes, machorra, mala madre, marimacha, nenaza, mariquita. Y estás confundida y estás en una fase y lo que te pasa es que no te has comido una buena polla, engendro, eso no es una mujer, eso no es un hombre, la esencia, la naturaleza, la enfermedad, la burla, el acoso, el bullying (como cojones queráis llamarlo), el amigo de las niñas, la bruta, la iracunda, la mandona, el calzonazos, la periferia, el ridículo, el abandono, el ostracismo, el borrado, la negación, la vergüenza de la familia, qué va a decir la gente, qué va a pensar tu padre. La violencia. El grito en la calle, la amenaza, el miedo, la paliza, el asesinato. El asesinato. «El asesinato». Escuchadme heteronormales: lo que «se debe» os constriñe a todos. Os jode la vida a todas. La norma os asfixia aunque os abracéis a ella como Rose a la tabla en Titanic (os encanta esa peli). Pero algunas sencillamente están fuera. Algunas la despreciamos. A algunas les va la vida en ello. No podemos elegir. Por eso este 28J, día internacional del orgullo LGTBIQ+ levantaré el puño y la voz, porque no tengo el valor de Sylvia Ribera para lanzarle a la policía de la moral el ladrillo que se merece. Os llenaría de ladrillos los cristales de las empresas desde las que os lucráis a costa de nuestra lucha. Os metería un ladrillo en la boca cada vez que desde vuestro pedestal de la norma o vuestra tribuna pagada con el dinero de todas incitáis al odio que nos atraviesa el cuerpo. El orgullo es nuestro. Y el goce, la alegría y la ternura de sujetarnos y darnos aliento. Lamernos las heridas y levantar la cabeza. Cantarnos y bailarnos sobre la tumba imaginaria del heteropatriarcado. Nos sobran arrojo y fantasía. Ya no son nuestros el grito ahogado ni la vergüenza. No hemos venido a pedir permiso ni perdón por existir. Feliz orgullo y feliz vida, mis ratas desviadas.