Martxelo Díaz
Ya tenemos la Plaza del Castillo ocupada por la organización de la Vuelta a España. El Ayuntamiento de Iruñea, tan solícito para algunas cosas, ha asfaltado esta semana la cuesta de Santo Domingo. Parece ser que ni los toros del encierro ni los vecinos de Alde Zaharra se merecían un pavimento en condiciones, pero la Vuelta sí, que por algo es de España. Hemos llegado al nivel de las maltrechas carreteras italianas, que solo se asfaltaban si el Giro pasaba por ellas.
El sábado asistiremos a un evento cosmopolita de esos que tanto le gustan a UPN, de los que solo hablan en castellano y se retransmiten por Televisión Española. Ese mismo día, Donostia dará sus últimos coletazos a su flamente Aste Nagusia con un concierto de Obrint Pas en el espacio de La Flamenka del Muelle. Es uno de los grupos que la cacicada de Enrique Maya contra Gora Iruñea! impidió actuar en sanfermines. La decisión de Maya deja en evidencia a Iruñea, única localidad que aparece tachada en la lista de conciertos del tour en el blog del grupo valenciano. Una gira en la que han visitado otras capitales vascas (Gasteiz, Maule), europeas (Berlín) o sudamericanas (Quito). Pero eso no es cosmopolitismo. Son valencianos y cantan en catalán.
Mientras, actuará La Oreja de Van Gogh en la Plaza de Toros de Iruñea para festejar la Vuelta a España. Es uno de esos "grupos comerciales que gusta a los jóvenes", según señaló el concejal del PP en Donostia Ramón Gómez para criticar el programa elaborado por el Ayuntamiento de la capital guipuzcoana. Encima tocan en una plaza de toros, algo que tanto le gusta al edil, según manifiesta en el siempre comedido diario “La Razón”. Y es el comienzo de la Vuelta a España en el quinto centenerio de la conquista de Nafarroa. Seguro que le gusta a Ramón Gómez.
Por eso, le propongo al edil del PP donostiarra que venga al concierto de La Oreja de Van Gogh, ese grupo que gusta a los jóvenes. Yo optaré por Obrint Pas, que también tiene gente joven. y mucha, entre sus seguidores.
Solo le pido una cosa. Que llevado por el fervor taurino-patriótico no se le ocurra traerse la muleta que Antonio Barrera desplegó en Ilunbe. Seguro que sus amigos de UPN le aplican la Ley de Símbolos y le amargan la noche. Y tampoco es plan.
