Martxelo Diaz eta Aritz Intxusta Blog
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¿Está segura?

Martxelo Díaz

Dice Yolanda Barcina que Nafarroa no se puede parar y que hay que seguir aportando dinero a ese pozo sin fondo que es el TAV. La líder de UPN, la misma que hizo caso omiso al mandato parlamentario de acudir a Madrid a defender el autogobierno navarro frente a los recortes del PP, dice ahora que está segura de que el Gobierno español va a cumplir con sus compromisos y va financiar el tramo de TAV que le corresponde. «¿Cuándo ha incumplido el Gobierno de España sus compromisos?», preguntó ufana en un intento, baldío, de afianzar sus argumentos.

Se le podría contestar con una larga retahíla de incumplimientos. Por ejemplo, estamos aburridos de ver vídeos de su amado Mariano Rajoy diciendo que no hay que subir el IVA y ahora lo tenemos al 21%. O podemos recordar los ejemplos de las autovías a Chaca y Logroño, que acaban en sendos ribazos.

Pero incluso uno de sus propios consejeros, Luis Zarraluqui, reconoció en Castejón que no sabe cuándo acometerá el Gobierno español sus compromisos con el tramo de TAV que le corresponde. Eso sí, minutos antes no le tembló la mano para firmar una adjudicación de un nuevo tramo del controvertido tren.

Resumiendo. No se sabe cuándo acometerá el Gobierno español los tramos que le corresponden, ni en Nafarroa, ni en Araba, ni en Bizkaia. No se sabe por dónde y cómo conectará el «corredor navarro» con la «Y vasca» y la línea Madrid-Barcelona. El Gobierno español está al borde del rescate y el debate se centra en si se realizará mientras se juega el Barcelona-Madrid del domingo o si esperan un poco más. Uno de los primeros recortes que aplicó Portugal fue suprimir el proyecto de TAV, que en este artículo de “Abc” aparece del mismo colorico que el «corredor navarro» y «la Y vasca».

Pero, pese a todo ello, Barcina está «segura» y opta por seguir invirtiendo millones de euros en el TAV mientras sigue aplicando recortes antisociales a troche y moche. Está «segura», pero nadie nos garantiza que tengamos algo más que un tren que vaya de Iruñea a Castejón a toda hostia y que nos habrá costado un riñón.

Lo malo no es que esté «segura», sino que su falsa sensación de «seguridad» provoca la inseguridad de la ciudadanía navarra y que hipoteca los restos del estado de bienestar que aún tenemos en Nafarroa. De eso sí que estamos seguros. Lamentablemente.

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