Martxelo Díaz
"Hay dos opciones en Navarra. O quienes apoyan la comunidad diferencia basada en el Amejoramiento y la Constitución o quienes se manifestaron el sábado en Pamplona y quieren romper con España para que Navarra se una al País Vasco", ha dicho esta mañana el portavoz de UPN en el Parlamento, Carlos García Adanero, cuando le han preguntado por la posibilidad de continuar gobernando en solitario tras la expulsión del PSN. Una vez más, en UPN se recurre al "miedo a los vascos" cuando surgen los problemas.
Desde la sede de UPN tambén vieron la Marcha Nacional de Nafarroa Bizirik que llenó las calles de Iruñea de miles de personas durante toda la jornada del sábado, recordando que hace 500 años existía un Estado propio y soberano que fue conquistado y subyugado por las armas. (http://www.gara.net/paperezkoa/20120617/347427/es/Una-gran-marcha-nacional-reclama-independencia-Euskal-Herria-Irunea). No se celebraba nada, porque las derrotas no se celebran, pero se proclamó que cinco siglos después sigue habiendo un pueblo vivo y que sigue queriendo ser libre, sin ataduras ni recortes impuestos desde Madrid.
A más de uno se le caería el alma el suelo al ver estandartes con la bandera navarra con nombres de pueblos como Balmaseda, Amurrio, Azkaine, Urepele, Donostia, Getaria, Tolosa, Gernika junto a Antzin, Lakuntza, Bidankoze, Faltzes, Corella, Murchante o Tutera. "Hay miles de personas y no se ve una sola ikurriña, los de UPN tienen que estar sufriendo", me comentó el sábado un compañero.
Y es que Nafarroa Bizirik logró que la bandera navarra se convirtiera en una enseña de reclamación de derechos y no en el símbolo de la partición que consagró el Amejoramiento. Tras un largo trabajo, muchas veces no bien comprendido, esta iniciativa logró que navarros de los siete herrialdes se unieron, en tono festivo pero también reivindicativo, para proclamar que no quieren seguir unidos a España (ni a Francia). Se le puede llamar Euskal Herria, Nabarra, Nafarroa o de cualquier otra manera, pero lo que no se puede ocultar es que los siete herrialdes forman un pueblo y quieren fundar un Estado. La legitimidad histórica sola no sirve, pero quienes el sábado enarbolaron la bandera navarra se mostraron dispuestos a reclamar el derecho de autodeterminación para los siete herrialdes. Y eso sí que no le gustó nada a UPN.