Dabid Lazkanoiturburu
Dabid Lazkanoiturburu
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Crudo y cruel invierno para Ucrania

La caída del helicóptero en el que viajaba la cúpula del Ministerio del Interior ucraniano –incluido el ministro, el viceministro y el secretario de Estado–, supone un duro golpe para Kiev, y se suma a una serie de reveses en los últimos tiempos, que contrastan con sus éxitos militares y golpes de efecto en el verano-otoño contra la agresión militar rusa.

El propio Gobierno ucraniano ha admitido que trabaja sobre todas las hipótesis y ha dejado la investigación en manos del servicio de inteligencia (SBU).

El hecho de que el aparato se dirigiera al frente de guerra alimenta asimismo todas las sospechas.

Desde un ataque ruso hasta un posible sabotaje, tanto desde el interior (desde el principio de la guerra ha habido purgas contra sectores cercanos al poder partidarios de negociar y ceder a exigencias de Moscú) como del exterior (servicios secretos rusos).

Tampoco es descartable que estemos ante un accidente, todavía más trágico, habida cuenta de que la aeronave se ha estrellado contra una guardería, con la consiguiente muerte de varios menores.

Contra esta hipótesis, la primera que se barajó, cabe suponer que un helicóptero que va a trasladar a uno de los núcleos duros del poder ucraniano es revisado exhaustivamente antes de despegar.

No obstante, es posible que las precarias condiciones que sufre un país atacado por el segundo ejército más fuerte del mundo (tras el estadounidense) puedan afectar a la seguridad de los vuelos de sus máximos dirigentes.

En este sentido, el aparato utilizado por la cúpula de Interior era un helicóptero del servicio de emergencias, flota que está siendo utilizada para labores de seguridad para la que no está concebida.

Habrá que esperar al desarrollo de la investigación (de momento nada se ha hablado sobre las condiciones meteorológicas) y de lo que, en su caso diga el Kremlin (si hubiera sido al revés Kiev no habría tardado en, si no reivindicarlo, si festejarlo como un «éxito»).

En todo caso, el descabezamiento del Ministerio de Interior no es solo una «terrible tragedia», ya que compromete la defensa de Ucrania. Y confirma la llegada del invierno, no solo meteorológico, al país.

Un invierno que arrancó con semanales bombardeos rusos contra las infraestructuras críticas, en un intento de rendir de frío a los ucranianos. Al que ha seguido una exitosa ofensiva militar rusa en el Donbass (toma de control de Soledar y Bajmut en el punto de mira).

Duro, cruel y largo se antoja el invierno para Ucrania.

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