Txisko  Fernandez
Txisko Fernandez

Distorsión foral y local

¿Es cierto que en estas elecciones se elige a las instituciones más próximas a la ciudadanía? Si realmente fuera así, como se suele asumir de forma generalizada, habría que convenir que el resto están más alejadas, lo cual da a entender que hay más distancia entre lo que plantea la gente con sus votos y lo que luego sucede en las altas instancias, entre lo que se opina en las urnas y lo que se decide en los despachos.

Pero ese es otro debate. Lo que quiero poner de relevancia en este artículo es qué poco aguanta cualquier tópico cuando se coloca encima la lupa y se leen los datos despacito y sin prejuicios.

De entrada, veamos qué sucede con las candidaturas para conformar los ayuntamientos vascos. Pues resulta que, como es lógico, en muchos municipios pequeños no hay más listas que las de las formaciones nacionales y/o las denominadas «candidaturas populares», esas que se suelen conformar en torno a un asunto concreto de marcado carácter local y que muchas veces no sobreviven más de una legislatura en caso de lograr representación en el consistorio.

No obstante, tras sucesivos cambios legislativos en favor de sus intereses partidistas, resulta que en Hego Euskal Herria es ya habitual encontrarse con listas del PP-PSOE en pueblos en los que no tienen militantes ni simpatizantes suficientes para alcanzar el mínimo necesario para formar una candidatura. Así, sucede que un tal Esteban González Pons, valenciano de hecho y de derecho, actualmente con residencia en el Parlamento Europeo, integra la candidatura del Partido Popular en Bera.

Y estos partidos lo hacen igual en Euskal Herria que en Catalunya o en sus propios feudos hispánicos, porque su intención última no es acercarse a los problemas de quienes viven a orillas del Bidasoa o en el Pirineo catalán, sino rascar un puñado de votos en cada pueblo para incrementar la suma total y, lo que es más importante para ellos, dar la impresión de que son fuerzas políticas que cohesionan «todo el territorio español».

De la distorsión local pasamos a la foral. A cualquiera que llegue de fuera y de un repaso a las candidaturas municipales le resultará extraño que se esté oyendo hablar tanto de formaciones como Podemos o Ciudadanos cuando, por distintas razones, apenas han elaborado listas de este tipo. Es más, Podemos no presenta ninguna lista municipal bajo su nombre aunque todo el mundo sabe, y esta formación tampoco lo niega, que hay unas cuantas que han sido auspiciadas por sus militantes (aunque mi recuento no sea exhaustivo, voy a dar unas cifras orientativas: 2 en Araba, otras 2 en Nafarroa, 5 o 6 en Gipuzkoa y 13 en Bizkaia, además de otro puñado en las que comparte patrocinio con la coalición Irabazi).

Ciudadanos sí utiliza su marca oficial, por lo que los números son más claros: solo una lista en Nafarroa, dos en Araba, otras dos en Gipuzkoa y tres en Bizkaia.

Entonces, ¿por qué tanto eco mediático y social? Pues, porque ambas formaciones han optado por concentrar esfuerzos, o quebraderos de cabeza, en la confección de las listas al Parlamento navarro y a las Juntas Generales. Aún así, Ciudadanos no ha logrado el pleno, ya que no  presenta candidatura en una de las circunscripciones de Bizkaia ni en dos de las de Gipuzkoa.

Habrá que ver cómo se refleja esta distorsión una vez que haya pasado por el prisma de las urnas. ¿Qué votarán para su ayuntamiento quienes opten por Podemos en las forales? ¿Quienes voten a Ciudadanos en las forales prepararán otra papeleta para PP-PSOE en su municipio? ¿O serán al mismo tiempo votantes y abstencionistas en la misma jornada electoral?

Bilatu