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La fortaleza de Muñatones, una casa torre con rango de castillo

Considerada la única torre de Bizkaia que merece la calificación de castillo, por su sistema de murallas exteriores, la fortaleza de Muñatones es uno de los grandes tesoros históricos y arquitectónicos de Enkarterri, una joya ligada a un singular personaje: Lope García de Salazar.

Imagen exterior del Castillo de Muñatones. (Haritz Loiola/FOKU)
Imagen exterior del Castillo de Muñatones. (Haritz Loiola/FOKU)
La importancia del antiguo Concejo de Muskiz, formado por diez barrios y parte integrante del valle de Somorrostro, residía en su estratégica ubicación geográfica (en la desembocadura del río Barbadun, cerca del límite con Cantabria) y en las actividades económicas derivadas de la extracción y transformación del mineral de hierro. Tanto una como otra eran controladas por el linaje de los Salazar desde la casa-torre de San Martín, conocida hoy como Castillo de Muñatones.

Arquitectura e historia

Quien participe en alguna de las visitas guiadas programadas, además de disfrutar con la majestuosa arquitectura del castillo, se sorprenderá también con la historia que lo rodea y, sobre todo, con las anécdotas y aventuras en torno a Lope García de Salazar, sin duda, uno de sus protagonistas.

El Castillo de hoy, resultado de un largo proceso de construcción y destrucción que se prolongó durante los siglos XIV y XV en el contexto de las guerras de bandos, ha ido modificándose a lo largo de la historia en paralelo a las necesidades de cada época, hasta convertirse en el conjunto monumental que es hoy, una auténtica joya arquitectónica medieval y, gracias al sistema de murallas exteriores que conserva, el único de Bizkaia con rango de castillo. Además es, desde 1944, Monumento Histórico-artístico.

Juan López de Salazar e Inés de Muñatones fueron quienes mandaron construir la casa-torre en 1339 y eligieron para ello un estratégico emplazamiento: el solar de San Martín. La elección obedecía a un interés concreto: ubicado junto a un puerto fluvial y la calzada costera que comunicaba Portugalete con Castro Urdiales, aquel lugar les permitía controlar la circulación de mercancías, especialmente el mineral de hierro extraído en los cercanos Montes de Triano.

Años después, cuando Lope García de Salazar heredó la torre, realizó importantes modificaciones. Además de elevarla considerablemente, construyó varios palacios a su alrededor y rodeó el conjunto con dos murallas. Tras una vida intensa tanto en el ámbito político como en el familiar, dicen que, finalmente, murió envenenado en 1476 en su propia torre, donde se encontraba encerrado por sus descendientes.

«El primer cronista de Bizkaia»

No obstante, Lope García de Salazar ocupa páginas de la historia de Bizkaia también por ser «el primer cronista de Bizkaia». Escribió, entre otros trabajos, ‘Crónica de Vizcaya’, publicada parcialmente bajo el título ‘Crónica de siete casas de Vizcaya y Castilla’ (1454), y ‘Bienandanzas e Fortunas’, 25 tomos escritos durante su cautiverio en la torre de San Martín que recopila muchos de los capítulos más importantes de aquella época y que confirma que el Castillo de Muñatones se convirtió en el epicentro de los episodios más importantes de la Bizkaia medieval provocado por los amoríos entre las grandes familias, las desavenencias entre padres e hijos y las ansias por controlar Bizkaia.

Al menos en situaciones sin restricciones, las visitas programadas al castillo se pueden ampliar con un recorrido por la cercana ferrería de El Pobal, porque existe un estrecho vínculo entre las dos construcciones: la ferrería fue construida a finales del XVI por los Salazar. Probablemente, la primera de las visitas impresionará al visitante por la majestuosidad del castillo, pero, muy posiblemente, también por el entorno que lo rodea: las instalaciones de una de las mayores planta petroquímicas: Petronor.