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Acercándonos al futuro con el Metaverso

Mark Zuckerberg, creador de Facebook, anunció la creación de una nueva red social, Metaverso, la cual se apoyaría en la realidad aumentada para una inmersión total. Esta permitiría desplazarse menos y realizar actividades que de otro modo sería imposible, pero también tiene sus riesgos.

El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg. (Josh EDELSON/AFP)
El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg. (Josh EDELSON/AFP)

La renombrada Meta, que agrupa Facebook, Whatsapp e Instagram, no ha empezado con buen pie. Acusan al grupo de haberse hecho un lavado de cara para tapar las polémicas que le rodean últimamente. A la gran caída que sufrieron las redes sociales, hay que sumarle las acusaciones realizadas por la exempleada Frances Haugen que colocaban a Facebook en una posición no tan neutral y no tan ética como mostraba ser.

El auge de nuevas plataformas como TikTok entre las nuevas generaciones ha provocado que el número de usuarios de Facebook se estanque, e incluso haya bajado en los últimos 6 años. Tras 17 años de éxito, la gran red social debía buscar una salida y fue así como surgió la idea del ‘Metaverso’, una nueva red social que, según su creador Mark Zuckerberg, sería un espacio de interacción de máquinas y un mundo virtual con avatares donde arte, arquitectura, belleza y ficción se encuentren para socializar, comprar o hacer negocios.

Sin embargo, aunque en las cabezas pensantes suene bonito, los expertos aseguran que harán falta al menos 10 años para poder ponerla en marcha porque haría falta una mejora tecnológica a nivel global como avances importantes en el cambo de la relidad virtual y la realidad aumentada.

Debido a su lento progreso, Pierre Bourdin, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación, opina que se dará «una evolución natural» hacia la nueva red social. «Creo que pronto tendremos un dispositivo móvil conectado a nuestras gafas y quizás una pulsera u otro dispositivo de este tipo que permitirá un acceso a este metaverso», asegura.

Así, pronostica que no saltaremos el 5G que tanto ha dado que hablar los últimos tiempos para pasar directamente al 6G, el cual se extenderá a mercados no habituales como los videojuegos, el cine, la televisión, la moda, la música, la publicidad y hasta las agencias de viajes «que podrán proponer vacaciones en el metaverso».

Tiempo suficiente para adaptarnos

Dada la amplitud que tomaría el proyecto, el profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación Ferran Lalueza opina que «quien no se suba al carro» del Metaverso se quedará desfasado respecto a la oportunidades que ofrecerá. Entre ellas, Lalueza asegura que contribuirá a la sostenibilidad pues evitará desplazamientos. Además, ofrecerá experiencias muy realistas a personas que de otro modo no podrían vivirlas, lo que conlleva un «efecto democratizador».

Sin embargo, no todo es tan bonito pues a pesar de que el Metaverso sería un espacio virtual, los peligros que acarrearía serían reales. Si ya actualmente vivimos desconectados del mundo real, de lo que nos rodea, y pasamos demasiado tiempo en Internet, ese problema sería aún mayor con un Internet envolvente. Es decir, pasaríamos más tiempo ensayando como vivir que viviendo.

Por otro lado, se corre el riesgo de revelar demasiada información sobre nosotros mismos al sentir una falsa sensación de seguiridad. Además, el acoso y el discurso del odio podrían resultar más dañinos al tratarse de una experiecia inmersiva y realista.

«Aunque este mundo sea virtual, las experiencias que las personas vivirán allí serán reales. Quiero decir que, un problema en el mundo virtual, como una frustración o una exclusión, puede generar traumas reales», subraya Bourdin.

Por todo ello surgen muchas dudas que provocarán temor en las personas más cautas e impaciencia a los amantes de las tecnologías digitales. ¿qué ética habrá?, ¿quién tendrá el control?, ¿qué papel tendrán los gobiernos?

Aunque el Metaverso parezca una idea futurista, no debemos olvidar que hace poco más de una década enviar mensajes, fotos y vídeos de forma instantánea y gratuita desde nuestro teléfono móvil era impensable.