Maddi Txintxurreta
Aktualitateko erredaktorea / redactora de actualidad
Elkarrizketa
Ane Barcena y Raquel Pagès
Integrantes de Pinpilinpussies

«Las canciones son una herramienta que nos ayuda a expulsarnos para luego sentirnos mejor»

La durangarra Ane Barcena y la barcelonesa Raquel Pagès componen Pinpilinpussies, un cobijo musical desde donde se desahogan las jóvenes que se turnan en la voz, la batería y la guitarra.

Ane Barcena y Raquel Pages, integrantes de Pinpilinpussies.
Ane Barcena y Raquel Pages, integrantes de Pinpilinpussies. (Monika DEL VALLE | FOKU)

Así es como presentan Pinpilinpussies en la red: «Rollo Lo-Fi. Algo de Sleater-Kinney, algo de Bikini Kill, pero más chill. Añádele un poco de Courtney Barnett. Garage-pop con actitud post-punk. Canciones para hacer pogos con alguna balada. Sonido crudo y tal».

¿Podrían descifrar esto con otras palabras?

Raquel PAGÈS: A nivel de géneros musicales, te diría que va del punk al pop, al rock… es una mezcla.

Ane BARCENA: Antes decíamos lo de canciones para hacer pogos con alguna balada, ahora cada vez hay menos baladas y más pogos. Nos han relacionado mucho con un sonido noventero y es verdad que hemos escuchado mucha música de esa década. Pero es una mezcla de todo lo que nos interesa, lo que nos gusta y lo que escuchamos cada día.

Suena a punk y suena a pop: ¿De quién viene la caña y de quién la melodía?

R. Pagès: Al principio se notaba más la diferencia. Ane venía de un sonido más crudo, tenía más referencias del punk, muchas referencias también de aquí, de Euskadi. Mis referentes no eran así para nada, eran tirando más al pop. Pero con el paso de los años, de convivir, de escuchar música juntas, hemos llegado a un punto en común: yo he abrazado el punk de Ane y ella las melodías más pop.

¿De qué referencias beben?

R. Pagès: Es que va por temporadas. A ver, Courtney Barnett siempre ha sido una referencia clara, pero no estamos escuchando a Courtney Barnett cada día, se asoma a veces. Pero depende de lo que escuchamos cada temporada. Yo ahora… no escucho mucha música, es cierto, es por el trabajo.

A. Barcena: El último disco que nos ha dado muy fuerte a las dos fue el de Turnstile (‘Glow On’), el año pasado lo machacamos por delante y por detrás. Para nosotras había algo ahí. Y luego siempre volvemos atrás, igual ponemos Avril Lavigne en el coche.

«Son canciones que hablan de protesta social, ciertos reclamos políticos, pero también hablan de inseguridades que en mayor o menor medida compartimos las dos»

¿El nombre que han dado a su nuevo trabajo, «Hipocondría», se debe a que es un disco pandémico en su contenido o no tiene nada que ver?

R. Pagès: No, no. El primer EP, el primer disco y también ‘Hipocondría’ tienen un título sobre algo que compartimos las dos. El EP era ‘80/B’, que es la talla del sujetador que tenemos, el primer CD era ‘Fuerza 3’, por la fijación de la gomina que usábamos e hipocondríacas somos las dos.

¿Cómo presentarían este nuevo trabajo?

A. Barcena: Son unas canciones que nos han ayudado mucho en distintos momentos. Las primeras las compusimos casi un año antes de que saliera el disco y después nos pusimos más de cara a la grabación. Son canciones que hablan de protesta social, ciertos reclamos políticos, pero también hablan de inseguridades que en mayor o menor medida compartimos las dos. Las canciones son una herramienta, un escenario que nos ayuda a exponer esos temas, a hablar y reflexionar sobre ellos y, de alguna manera, expulsarnos para luego sentirnos mejor. Esperamos que la gente que escuche el disco empatice de la manera que quiera con nuestras canciones y que, igual que a nosotras, les ayude a sentirse mejor.

Como para amenizar el encierro a la gente, el disco anterior, «Fuerza 3», lo lanzaron justo el día que decretaron el confinamiento.

R. Pagès: Si al final amenizamos la cuarentena, guay, pero no era ese el objetivo.

A. Barcena: Todo el equipo trabajamos un montón para ese día. Al final, pasó lo que pasó. Aún así podemos decir que estamos muy contentas. Tuvimos la oportunidad de tocar conciertos, algunos incluso con la gente de pie. No nos podemos quejar, conocemos a gente con proyectos musicales a la que la pandemia ha debilitado o se han desmotivado. En nuestro caso, entre comillas, nos ayudó, porque pudimos concentrarnos para el próximo disco. Pero tampoco quiero romantizar esto porque es una mierda que nos ha pasado a todos.

Tras la pandemia, a nivel cultural, ¿en Catalunya está el tema tan complicado como en Euskal Herria?

R. Pagès: Se está recuperando, pero lo que está pasando ahora es que hay una sobreprogramación, y esto hace que haya demasiados conciertos y quizás no tanta demanda cultural. A veces no salen las cuentas para los artistas emergentes, porque tienen que competir con programaciones grandes y no llenan las salas.

A. Barcena: Yo creo que si todo esto se ha podido recuperar ha sido por el trabajo de la gente que cree en los proyectos que tienen, en las salas que gestionan… no han sido las instituciones quienes han hecho que esto funcione, ha sido por la tenacidad y las ganas de seguir de la gente.

Ahora que se pueden bailar pogos y que además suben a los escenarios con un nuevo trabajo, ¿cómo se siente el subidón?

R. Pagès: Es un momento bonito, porque con ‘Fuerza 3’ teníamos un plan de presentación de disco, teníamos en mente salir de gira aunque no la teníamos cerrada, y al final no lo pudimos hacer. Con ‘Hipocondría’ sí que hemos tenido la oportunidad de presentar el disco en condiciones, pudiendo ir a las salas que queríamos ir.

A. Barcena: Ha sido curioso, porque en verano del año pasado todavía había restricciones, luego hubo una especie de oasis en octubre y noviembre…

R. Pagès: De nebulosa rara.

A. Barcena: Sí, fue entonces cuando tocamos en Bilbo, en Gernika, y fue como ¡ya esta!, hasta que después de navidades, encerrona otra vez. Por eso estábamos nerviosas, por si con el nuevo disco pasaba lo mismo, pero nada, todo lo que hemos hecho desde febrero hasta ahora ha sido como antes.

Monika DEL VALLE/FOKU
Monika DEL VALLE/FOKU

De «Fuerza 3» a «Hipocondría», ¿sienten que han crecido musicalmente?

R. Pagès: Sí, yo noto mucho la diferencia. Nos influye mucho el tocar. Nos ha ido siempre muy bien, porque donde nos curtimos es en el escenario. El cambio de ‘Fuerza 3’ a ‘Hipocondría’ se nota a nivel de sonido. Pero es que no nos estancamos, probamos cosas nuevas, y en el futuro se va a notar un pasito adelante, aunque no tenemos claro qué va a ser. Bueno, hacia delante o hacia donde sea, no tiene porqué ser mejor. Simplemente vamos caminando.

A. Barcena: Desde febrero hasta ahora hemos podido tocar mucho, ahora estamos más sueltas. No sé si tocamos mejor, pero hay algo ahí que hemos podido trabajar concierto tras concierto.

«Tocar en festivales grandes como puede ser el Primavera o el Mad Cool, es algo muy bonito, pero donde realmente nos curtimos más y nos lo pasamos mejor es cuando venimos a Euskadi»

R. Pagès: Yo lo vivo como si fueran como pequeños desbloqueos y, a medida que vamos tocando se nos va pasando.

A. Barcena: Yo creo que antes nos concentrábamos en tocar bien, en no fallar. Ahora, si hago mal un acorde, me da igual, sigo tocando porque me lo estoy pasando cada vez mejor.

Por primera vez, han incluido en su disco canciones en euskera –«ERRE», «Hange», «Dea-8D»–. ¿A qué se debe esta decisión?

A. Barcena: Hay tres factores. El primero, me di cuenta de que la música con la que he crecido, la mayoría es en euskara. Siempre tenemos eso de cantar en inglés, pues no, es mi idioma, el idioma con el que hablo con mi ama y con mi amama. Además, antes no cantaba en euskara porque sentía que con el inglés estaba más protegida, porque la gente igual no entendería lo que estaba diciendo. Ahora me da igual exponerme más. Junto a esto está, obviamente, dar una respuesta a nivel cultural y político al maltrato que se les da a los idiomas pequeños en este país. El otro día un tío nos puso un comentario en Youtube, me hizo mucha gracia: ‘Esta mierda ya la hacían las Vulpes en los 80, pero al menos se les entendía’. Eso me da más fuerza aún. ¡Pues te jodes!

Están afincadas en Barcelona, pero Pinpilinpussies tiene público en Euskal Herria, ¿verdad? «Erre», el single de «Hipocondría», ha tenido mucho éxito.

A. Barcena: Fue el pelotazo para que aquí se nos conociera. Desde que sacamos el disco nos han llamado de mogollón de gaztetxes, y cuando vamos a los bolos la gente se sabe las letras.

Tocáis en gaztetxes, pero también en el Primavera Sound…

R. Pagès: Ane y yo tuvimos una reflexión hace poco. Nos gusta tocar, en general, porque tocar es maravilloso. Tocar en festivales grandes como puede ser el Primavera o el Mad Cool, donde tocamos un poco de rebote, es algo muy bonito y todo suma, pero donde realmente nos curtimos más y nos lo pasamos mejor es cuando venimos a Euskadi. Hace poco, en un finde tocamos en Gasteiz y luego en Lazkao, fue maravilloso.

Imagino que será complicado esquivar a machos paternalistas en la industria musical...

A. Barcena: Antes nos daba más miedo responder porque nos sentíamos más pequeñas. Ahora, si nos pasa cualquier cosa, no me da miedo contestar y hacer lo que sea necesario para frenar o denuciar.

R. Pagès: En la industria musical existen estas situaciones, porque entiendo que a mucha gente nadie le ha dicho que pare, nadie le ha dicho que no, o nadie le ha dicho ‘eres idiota’. Ahora hemos perdido el miedo y vamos más de frente.

¿Hay que reivindicar que son dos mujeres haciendo música o ya vale?

A. Barcena: Tristemente, todavía no vale, pero espero que valga. Nosotras somos un dúo de chicas, a The Black Keys son un dúo. Hay algo oscuro ahí. Nos entrevistaron en un programa y, al final piden al grupo entrevistado que lancen una pregunta para el próximo grupo que va a ser entrevistado. La pregunta que hicimos fue a ver qué se siente siendo hombre en la industria musical. La reacción fue lamentable.