La intolerancia a la lactosa afecta, según la Fundación Española del Aparato Digestivo, a entre el 20% y el 40% de la población total y se produce por la falta de una enzima llamada lactasa intestinal, lo que provoca diversos síntomas después de la ingesta de productos con lactosa que van desde dolor abdominal, gases y diarrea, hasta vómitos, aunque los síntomas varían dependiendo de la cantidad ingerida y del nivel de intolerancia.

Actualmente existen diferentes métodos de diagnóstico de intolerancia a la lactosa, como el test de hidrógeno, el test de glucemia capilar, la biopsia intestinal o los test genéticos, de aplicación extendida en los sistemas de salud. Sin embargo, casi todos ellos son métodos invasivos con el consiguiente malestar para el paciente y que siguen tediosos protocolos de preparación y realización del análisis.

Sin embargo, el desarrollo del biosensor Osaxyl de Biolan Health, junto con el medicamento LacTest de Ventar Pharma, ofrece una solución disruptiva para la detección de esta intolerancia de forma más rápida e inocua, innovación por la que apuesta el Hospital Quironsalud de Bizkaia, que ofrecerá a los pacientes que lo requieran dicho test de diagnóstico.

Osaxil es un dispositivo PoC (Point of Care) compuesto por un lector electrónico de medida Osaxyl 7000 y unas tiras reactivas desechables basadas en electrodos serigrafiados (SPEs) biofuncionalizados. La medida se basa en una correlación entre las señales electroquímicas obtenidas en muestras de orina, en combinación con el medicamento de diagnóstico LacTest desarrollado por Venter Pharma.

Así, el diagnóstico se puede obtener en tan solo 40 segundos, en lugar de horas de espera como los test de hidrógeno o glucemia capilar. Además, se trata de una prueba no invasiva –al contrario de una biopsia intestinal– y no traumática para el paciente.

Y lo que es más importante, las pruebas de laboratorio realizadas han demostrado una sensibilidad (95,2%) y una especificidad (93,5%) validadas, muy superiores a las de los métodos tradicionales.

Esta iniciativa conjunta ha sido propiciada como resultado de la puesta en marcha del proyecto Osasunberri, que persigue facilitar un entorno colaborativo para la innovación entre empresas del sector salud.

Los gobiernos de Gasteiz y de Iruñea, junto con un total de 27 entidades, participan en esta iniciativa que tiene como objetivo lograr una gestión cercana, eficaz, integral y sostenible ante riesgos emergentes en el ámbito de la salud, como el vivido por la covid-19.

El objetivo de este proyecto es aunar esfuerzos y reforzar el sector de salud de Km 0, con el desarrollo e incorporación de soluciones innovadoras en el sistema sanitario y la inversión en infraestructuras de investigación productivas y competitivas.