NAIZ (Argazkiak: S. WOHLFAHRT /AFP)

‘El Rembrandt del pobre’, tatuajes a la carta en Amsterdam

El Museo de la Casa de Rembrandt, en Amsterdam, ofrece la posibilidad de tatuarse obras maestras del gran pintor a través del proyecto ‘El Rembrandt del pobre’. Uno de los tatuadores que participa en la iniciativa es el conocido ‘Hanky Panky’.

Un momento del proceso del tatuaje del elefante.
Un momento del proceso del tatuaje del elefante. (SIMON WOHLFAHRT | AFP)

Lilian Ramcharan sonríe confiada mientras el tatuador holandés ‘Hanky Panky’ imprime en su omóplato el dibujo indeleble de un elefante del siglo XVII copiado de una obra de Rembrandt. Se encuentra en el Museo de la Casa de Rembrandt, en Amsterdam.

La joven es la primera en participar en el proyecto ‘El Rembrandt del pobre’, que ha reunido a cuatro tatuadores en un museo donde el maestro neerlandés trabajó en el siglo XVII. «¡Es una oportunidad fantástica para crear un puente entre el registro popular y el mundo de la elite!», afirma Henk Schiffmacher, también conocido como ‘Hanky Panky’.

El artista, de 71 años, cuenta que un colega suyo calificaba los tatuajes como los ‘Rembrandt del pobre’. Aunque son más asequibles que un cuadro del maestro, no están «menos cuidados ni peor ejecutados y seleccionados», subraya Henk Schiffmacher, que se jacta de haber tatuado a integrantes de las bandas Red Hot Chili Peppers, Pearl Jam y Motorhead.

«Me sentí muy honrada de ser la primera, y de ser (tatuada) por el mismo Henk», cuenta entusiasmada Lilian, de 36 años, responsable de la seguridad del museo de la Casa Rembrandt, y cuyos brazos están cubiertos de tatuajes.

Similitudes importantes

Los visitantes pueden elegir entre varias docenas de tatuajes diferentes. Se proponen también molinos, autorretratos, personajes de obras e incluso la firma del pintor. Noventa personas reservaron una cita para tatuajes, que cuestan entre 100 y 250 euros.

«Una nueva generación de artistas del siglo XXI se instaló aquí», en el edificio donde trabajaban en el siglo XVII Rembrandt, sus asistentes y sus alumnos, comentan los responsables de la casa de Rembrandt, quienes estiman que el trabajo de los tatuadores y del maestro holandés presenta similitudes importantes. «Que se trate de grabados o tatuajes, todo comienza con un dibujo, que luego se aplica a la superficie con tinta y aguja», detallan.

Pero el maestro de la Edad de Oro holandés utilizaba una placa de cobre y una hoja de papel para transformar su composición en grabado, mientras que los tatuadores aplican su dibujo sobre la piel humana. «El resultado final, eso sí, es una obra de arte que llevas contigo para toda la vida», concluye.