Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

La cultura vasca pierde al músico e investigador irlandés Alan Griffin

Este 5 de diciembre, el mundo de la cultura vasca ha perdido a Alan Griffin, el músico e investigador nacido en 1952 en Irlanda, pero afincado en Euskal Herria desde la década de los 80. Además de su labor en grupos como Alboka, destaca su labor divulgativa de nuestra música.

El músico, investigador y divulgador irlandés Alan Griffin.
El músico, investigador y divulgador irlandés Alan Griffin. (Gorka RUBIO | FOKU)

Este 5 de diciembre, el mundo de la música y la investigación ha perdido Alan Griffin, un destacado músico e investigador nacido en Irlanda en 1952, pero que eligió Euskal Herria como su hogar desde la década de los 80.

Su llegada a Donostia data del año 1984 y su intención fue realizar un doctorado en literatura, pero su destino se entrelazó con la tradición musical vasca, contribuyendo de manera significativa a la escena musical e investigadora de nuestro pueblo durante cuatro décadas.

La noticia de su fallecimiento ha sido compartida en las redes sociales por su amigo y compañero musical, Joxan Goikoetxea, quien ha expresado: «Ez adiorik, Alan Griffin. 1952.01.22 - 2023.12.05. Biotzean min dut, min etsia, zotiñik-gabeko negar-miña. Alatsu txoriak, udaondoz, negua du galazi-eziña».

En los años 80, Griffin inició su colaboración con los cantantes Txomin Artola y Amaia Zubiria, estableciendo conexiones fundamentales con la música vasca.

A lo largo de su carrera, se unió a destacados músicos como Xabi San Sebastian, Juan Mari Beltran, Joxan Goikoetxea, Gorka Knörr, Benito Lertxundi, Olatz Zugasti y el bertsolari Xabier Euzkitze.

Fundador del grupo Alboka en 1994, dedicó años a rescatar y revivir temas tradicionales vascos, inéditos o poco conocidos.

El Legado de Griffin y Alboka

Alboka ha dejado su huella con cinco álbumes y actuaciones tanto en Euskal Herria como en festivales internacionales, siendo reconocidos mundialmente, como quedó evidenciado con la selección de su álbum ‘Lau anaiak’ entre los diez mejores discos de folk por la revista alemana Folkworld.

El legado de Alan Griffin trascenderá a través de sus composiciones, como ‘Jauntxoa’ (fandango), ‘Txakur berdea’, ‘Hi, zelta!’ (arin arin), ‘Fitaren bila’ (kalejira), ‘Adarra’ (mazurca) y ‘Hanka hotzak’ (ezpatadantza), que forman parte del repertorio habitual de los albokaris actuales.

Estas piezas fueron inmortalizadas en el método didáctico ‘Alboka: Inguru folklorikotik eskolara’ de Juan Mari Beltran en 2013.

Además, en 2016, Griffin publicó el libro ‘Halfway to hell - Albokarako 33 doinu - 333 Tunes For The Alboka’.

En una entrevista que Pablo Cabeza realizó a Joxan Goikoetxea en 2018 para GARA, el músico recordó que «Alan Griffin, entre sus muchas virtudes tiene una que es la de hablar muy bien el inglés. Y claro, eso nos ha permitido desenvolvernos con soltura en muchas situaciones que hemos vivido en nuestras giras en el extranjero».

«Yo, obligado a hablar en las presentaciones de los conciertos de las mismas conseguí que finalmente rompiera su promesa de no hablar al no sentirse ‘homologado’ desde su condición de vasco sin pureza, es decir, extranjero. Conseguí provocarle presentándolo como ‘el mejor tocador irlandés de Alboka de todo el mundo. ¡El mejor y el único!’. Recuerdo el día en el que Paddy Moloney (The Chieftains) me preguntó: ‘Y este amigo tuyo, de qué parte irlandesa de Euskadi es?’. Estas y otras muchas situaciones ‘idiomáticas y lingüísticas’ nos han llevado a desarrollar esa especial relación que nos ha dado mucho juego y de la que disfrutamos sanamente. En ella además del humor y la ironía, surgen muchas cuestiones interesantes como su visión analítica y crítica desde el exterior o el del posible interés o necesidad de la pureza y la contaminación en cuestiones de tradición», añadió el músico vasco.