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El planeta de los pianos

Actuación de Kenny Barron en Jazzaldia. (Gorka RUBIO/FOKU)

Con más de sesenta actuaciones en cartel no es fácil centrarse en el programa. Hasta que la praxis diaria del Festival deja constancia de algunos hechos. Por ejemplo, el papel destacado y protagonista del piano en esta 56 edición. Como en cada jornada, el certamen almorzó temprano a piano solo en San Telmo; en esta ocasión con el polaco Marcin Masecki, que repetía. Pasaron por el JazzEñe del Victoria Eugenia dos tríos dirigidos por pianistas: Daniel García y Chano Domínguez. En el Kursaal se homenajeó en clave flamenca al maestro de las teclas Chick Corea. En la Zurriola actuó un trío sin piano, pero que se hace llamar Monk’s Sphere en homenaje a ese pianista mayor. Y por la noche, con las entradas de nuevo agotadas y significativa espantá en la zona de invitaciones, hubo nuevo doblete de teclados en la Plaza Trinidad. Una invasión en toda regla.


Lección magistral


Dicen los papeles que el casi octogenario Kenny Barron es uno de los pianistas técnicamente más completos de la escena jazzística y lo llaman instrumentista post-bop. Y así lo demostró el músico de Filadelfia en su nueva visita, desde los primeros compases de ‘Green Chimneys’, firmada por el magno profesor Thelonius. Técnica y velocidad al servicio del sentimiento y del grupo. Porque en esos primeros escarceos el maestro compartió tiempo con el excelso vibrafonista Steve Nelson y la perfecta máquina rítmica del contrabajista Peter Washington y la inmensidad física e instrumental del más joven batería Jonathan Blake.
Refinado, articulado o imaginativo son epítetos que se le suelen dirigir a Barron y que sirven con fidelidad para definir su inmensa labor musical en tramos sensibles y hasta sutiles como ‘How Deep’ o ‘Hush Now Don't Explain”, que popularizó Nina Simone. Unos desarrollos grupales ensamblados a la perfección, con actitud escénica seriamente concentrada, respetuosa y exigente con su labor. Impecables. Se quedó solo el jefe de fila para dedicar la hermosa ‘Song For Abdullah’ a su colega surafricano Abdullah Ibrahim. Y cuando el combo regresó entero fue una auténtica locomotora sónica en el nervioso blues ‘And Then Again’. La lección magistral del abuelo sabio y los discípulos aventajados.

En la primera mitad de la sesión en Alde Zaharra, el balear Marco Mezquida (que repite hoy en los solos a piano de San Telmo) presentó una larga ración de su novedad ‘Talismán’, con Aleix Tobias a la percusión y el cubano Martín Meléndez usando el chelo casi como contrabajo. ‘Cancioncitas sencillas para jugar’, definió su autor temas como ‘El cielo en tus brazos’, ‘No passis pena’, ‘Vientos Elíseos’ (para Eliseo Parra), ‘Carpe Diem’, la «samba rara» a la argentina ‘Alfajor’, ‘Trenzas’ o ‘Serotonina’, además de alguna cita de su homenaje a Maurice Ravel. Aires alegres, «mediterráneos», de positivo folk-pop. El de Maó cayó fenomenal y se hartó después a firmar CDs.

Querido Chick


Un cáncer «raro» se llevó de improviso al influyente pianista Chick Corea el pasado febrero, con 79 años. El músico de Massachussets, que pisó el Jazzaldia en una decena de ocasiones, dejó mucha huella y su eco estuvo ya presente en la Plaza Trinidad cuando Chucho Valdés recordó ‘Armando’s Rhumba’. Ayer tarde, en el Kursaal, el homenaje fue integral rescatando el capítulo más latino de su obra y aflamencando sus partituras de la mano del flautista-saxo Jorge Pardo (Premio Jazzaldia 2020), el guitarra Juan José Heredia «Niño Josele» y José Heredia «José de Josele» al piano. A última hora se cayó de la cita el percusionista Jonathan Cortés por «cuestiones sanitarias».

Los tres músicos colaboraron durante años con el influyente Chick en giras y proyectos. El último, ‘Chick Corea y la Spanish Heart Band’, que ganó el Grammy al álbum de Jazz Latino de 2019. Así que la celebración fue un precioso recuerdo a piezas hispanizantes del músico americano como ‘Touchstone’, ‘Spain’ o el ‘Yellow Nimbus’ que dedicó a Paco de Lucía. Más composiciones de cosecha propia. Una velada exquisita de flamenco jazz hondo o festivo, sutil o nervioso, delicado o intenso. El mejor homenaje de amigos.

Hoy, Oriente en la Trinidad


En el programa para este sábado regresa a Euskal Herria la popular intérprete israelí Noa, con su fiel guitarra Gil D’Or, que anoche disfrutaron entre el público de la primera sesión en la Plaza Trinidad. Presentarán el programa ‘Afterallogy’ y el recital tendrá como invitado al reconocido pianista donostiarra Iñaki Salvador, que fue Premio Jazzaldia el año pasado. En la primera parte regresa al Jazzaldia la flautista franco siria Naïssam Jalal en formato de quinteto. La sesión sabatina adquiere en consecuencia un original sesgo oriental.

En el concierto de tarde del Kursaal el joven pianista italiano Giovanni Guidi recordará en formato de sexteto, con el programa ‘Ojos de gato’, al saxofonista argentino Gato Barbieri, que en 1980 actuó ante unas 12.000 personas en el velódromo de Anoeta, en un recital errático. En los mediodías del Teatro Victoria Eugenia estarán el quinteto catalán Smack Dab y el trío gallego Sumrrá.

El nuevo escenario de las campas hernaniarras de Chillida Leku acogerá uno de los raros momentos de sonidos alternativos en esta edición, con el particular guitarrista de New Jersey Marc Ribot. Presenta la grabación ‘Hope’ del trío Ceramic Dog, con Shahzad Ismaily (percusión, bajo, teclados) y Ches Smith (batería, percusión, efectos electrónicos).

Y en las alegres tardes gratis de las terrazas de la Zurriola intervendrán Jean Toussaint Quintet, Eric Sevá, Benkadi, Sara Mansilla y Antía Muiño. El sábado más musical, con luna llena sobre el Jazzaldia.