La violencia machista se abre paso en el metaverso de Zuckerberg

El nuevo universo de realidad 3D lanzado por Meta, empresa matriz de Facebook, alberga los mismos comportamientos machistas que otros entornos virtuales. La denuncia de una agresión sexual que realizó la investigadora Nina Jane Patel ha obligado a la firma a tomar medidas.

«A los 60 segundos de unirme, fui acosada verbal y sexualmente por 3-4 avatares masculinos, con voces masculinas. Cuando traté de alejarme, me gritaron: ‘No finjas que no te gustó’», señala en este artículo titulado ‘¿Realidad o ficción?’ Nina Jane Patel, psicoterapeuta e investigadora, en el que narra su experiencia en Horizon Worlds, un espacio de realidad virtual lanzado por Meta, la empresa matriz de Facebook.

Los comentarios en su post estaban encaminados a menospreciar a la víctimas: «No elijas un avatar femenino», «quítate las gafas y listo» o «no seas estúpida, no era real». Cuando la historia de Patel fue recogida por los medios de comunicación, dijo que el odio se intensificó y comenzó a recibir amenazas de muerte y comentarios machistas en las redes sociales.

Ya existen los primeros datos que confirman que el metaverso ideado por Zuckerberg reproduce las mismos comportamientos que otros entornos virtuales y reales como la agresión y el acoso sexual sufridos por la usuaria estadounidense. Según un estudio realizado por The Extended Mind, el 49% de las usuarias de la realidad virtual habían sido objeto de acoso «virtual». Muchos usuarios también fueron objeto de comentarios racistas y homófobos y sufrieron amenazas.

Por tanto, Patel no fue el primer caso de acoso sexual en el metaverso de Facebook. Una de las usuarias ya había denunciado por primera vez y en las primeras pruebas que su avatar había sido acosada sexualmente en Horizon Worlds, una sala de chat gratuita con avatares que interactúan con otras personas a través de las gafas de realidad virtual de Oculus.

La fina línea entre lo físico y lo virtual

Pierre Bourdin, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación, señala que «aunque este mundo sea virtual, las experiencias que las personas vivirán allí serán reales. Quiero decir que, un problema en el mundo virtual, como una frustración o una exclusión, puede generar traumas reales». Y así lo confirma Patel, en referencia a su experiencia en Horizon Worlds: «En cierta medida, mi respuesta fisiológica y psicológica fue como si hubiera ocurrido en la realidad».

La intención de los espacios virtuales es que parezcan tan reales como lo permita la tecnología. «El contenido de la realidad virtual genera patrones de estimulación, que incluyen fotones de luz para los ojos, entrada acústica para los oídos y estimuladores táctiles o hápticos para el tacto. La forma en que se presenten estos estímulos dará al usuario una sensación de inmersión», detalla Patel en su artículo.

En efecto, sentir lo intangible en el metaverso de Zuckerberg es posible mediante la simulación de sensaciones. Pero es que además la compañía ha desarrollado un guante háptico que genera una sensación del tacto muy precisa, y también ha compartido sus avances en el desarrollo de una piel sintética y sensitiva.

Katherine Cross, estudiante de doctorado de la Universidad de Washington que ha trabajado en el acoso en línea, trata de explicar a la agencia AFP esa delgada línea entre lo físico y virtual del metaverso: «La realidad virtual se basa, esencialmente, en engañar a tu cerebro para que perciba el mundo virtual que le rodea como real».

«Cuando se trata de acoso en la realidad virtual –por ejemplo, una agresión sexual– puede significar que en el primer instante tu cuerpo lo trata como real antes de que tu mente consciente pueda ponerse al día y afirmar que esto no está ocurriendo físicamente», añade.

Falta de seguridad

Zuckerberg promete con su metaverso «mejorar internet» y «construir sistemas basados en la equidad, el respeto y la dignidad humana», aunque existe el temor de que las disfunciones de las redes sociales y en concreto de Facebook se vean exacerbadas.

Las últimas filtraciones de Frances Haugen, una extrabajadora de la firma, dan cuenta de ello. Filtró documentos que demuestran que la empresa antepone «el beneficio por encima de la seguridad» de sus usuarios, y alegó frente al Senado estadounidense que la compañía oculta que sus plataformas son nocivas para los menores, fomentan la división social y debilitan la democracia.

De esta misma forma, Haugen señaló que «me preocupa el metaverso» y remarcó que «Facebook debería tener un plan de transparencia» para el espacio virtual antes de «empezar a construir todo esto, ya que siguen cometiendo errores no forzados y haciendo cosas que priorizan sus beneficios sobre la seguridad».

Desprenderse de las gafas a la hora de experimentar el acoso sexual es una opción para desconectarse del todo, sin embargo, Patel señaló que «fue una experiencia horrible que sucedió tan rápido y antes de que pudiera pensar en poner la barrera de seguridad».

«‘El acoso en el metaverso no existe, ¡solo tienes que quitarte los auriculares!’. Oigo esto todo el tiempo, pero no es cierto para quienes lo experimentan. Este trauma nos persigue, vive en nuestras mentes y cuerpos (porque la tecnología ha sido diseñada para ser lo más real posible)», afirma Patel.

Ante la denuncia de Patel, Meta ha decidido introducir una especie de distancia obligatoria entre los avatares para evitar así que «invadan el espacio personal» en un metaverso donde la presencia femenina es por ahora minoritaria.