7K - zazpika astekaria
TENDENCIAS

El regreso del casete


Después del revival del vinilo, que ya hemos aceptado como parte del paisaje decorativo y sonoro de muchas casas, el casete -ese objeto pequeño, ruidoso y encantadoramente frágil- parece estar reclamando su espacio. ¿Será una moda pasajera o una vuelta definitiva a lo analógico? La respuesta, por ahora, viene en forma de boombox, con nombre técnico y cuerpo de objeto fetiche: el GB-001 de We Are Rewind. Un reproductor de casetes con alma ochentera y cerebro actualizado que quiere conquistar a nostálgicos y curiosos con la excusa de un diseño deliberadamente retro -caja rectangular negra, dos medidores VU iluminados y una correa metálica que pide a gritos salir de casa-. Pero ojo, porque no es solo estética: el GB-001 reproduce y graba casetes, incorpora Bluetooth 5.4, entrada auxiliar, micrófono, batería recargable con hasta 15 horas de autonomía y una potencia de 104W RMS que deja a muchos altavoces portátiles a la altura del betún. Cuesta 449 euros, lo cual nos devuelve a la pregunta de si esta tendencia va en serio o si es una broma costosa con forma de objeto deseado. Lo cierto es que cada vez más marcas están explorando este regreso al audio táctil, a lo que se puede rebobinar con un boli Bic, a lo que suena irregular y por eso mismo tiene alma. Y puede que ahí esté el secreto: en un mundo cada vez más plano y algorítmico, volver al casete es, al menos, una forma de escuchar distinta.@we_are_rewind


Griante

Lo nuevo de Pedrali se llama Griante y es un excelente ejemplo de cómo reinterpretar la idea de asiento trenzado combinando la tradición artesanal y la producción industrial. En sí, es un «sillón de exterior con estructura de madera maciza de teca, una madera tropical con certificación FSC® C114358». Las patas cilíndricas están torneadas y el reposabrazos de sección elíptica se caracteriza por un delicado aligeramiento cerca de la unión con la pata posterior. La estructura de aluminio proporciona soporte al asiento. Una característica distintiva es el trenzado del asiento y el respaldo, hecho a mano en Italia con una cinta de hilo de polipropileno con textura tridimensional, que garantiza el confort y la resistencia a los agentes atmosféricos, además de ser completamente reciclable y desmontable. El diseño del trenzado se caracteriza por el uso repetido de la geometría del cuadrado, que también se refleja en las generosas proporciones del asiento, lo que le confiere un aspecto elegante y refinado a la vez que acogedor. Supongo que tendréis tantas ganas como nosotras de que llegue ya el verano para poder disfrutar un poquito más de la vida; pues recordad, buena silla, buena vida. pedrali.com


Charu: cuando sentarse es un acto político

Las sillas nunca han sido inocentes. Desde los tronos hasta las sillas coloniales con brazos para estirarse cómodamente, han servido para marcar quién puede sentarse, cómo y por qué. La silla Charu, diseñada por Harry Noble M bajo la tutoría de Sweety Taur, recoge esa herencia pero no para repetirla, sino para cuestionarla. Inspirada en la silla de plantador colonial y en la Charu Kasera india, su forma exagera el espacio y abre huecos como gesto de disidencia. No hay concesiones a la ergonomía convencional: el respaldo sostiene el centro torácico, no los hombros; los brazos están angulados para mantener la intención del cuerpo; el asiento inclinado impide el abandono. Fabricada en caña -material con historia, flexibilidad y valor artesanal-, fue elegida frente al bambú por su capacidad estructural y carga simbólica. La silla se construyó tras un proceso riguroso que incluyó referencias como la silla Laurel o la Anna, ambas pensadas desde lo político, y sesiones de “body-storming” con otras personas diseñadoras. Charu no es cómoda en el sentido tradicional: es cómoda porque exige presencia. Y desde ahí reformula el simple acto de sentarse como una declaración.

https://www.behance.net/harrynoblem


DUNE, el suelo como escultura habitable

En la intersección entre arte, diseño y narrativas culturales, la firma alemana BUDDE, en colaboración con Nando Studio, presenta DUNE, una pieza que reimagina la tradicional alfombra como un objeto de diseño multifuncional. Expuesta en la Galleria Rossana Orlandi, DUNE introduce una nueva tipología en el diseño interior: un híbrido entre chaise longue y paisaje textil. Inspirada en las tradiciones de asiento en el suelo de las culturas nómadas del desierto, DUNE fusiona referencias ancestrales con la suavidad táctil y la conciencia ergonómica del confort europeo. El resultado es una forma escultórica que invita a la interacción, ya sea sentado con las piernas cruzadas en un entorno comunitario o reclinado en sus contornos elevados que evocan las dunas de arena esculpidas por el viento. Fabricada en lana merino mediante la técnica de tufting manual, la pieza cuenta con una estructura de aluminio curvado desmontable, oculta bajo la superficie textil, que permite configuraciones personalizables en cualquier espacio. Con dimensiones de 300 x 175 x 42 centímetros, DUNE se erige como un punto focal y generador de conversación, elevando el suelo a un lugar de confort. Una propuesta que transforma el suelo en un espacio para habitar, contemplar y reconectar con la esencia del descanso. Porque tirarse en el suelo mola. https://www.nandostudio.de/