Echoes: alfombras que narran historias

La noruega Kristine Five Melvær juega con los recuerdos, con el caleidoscopio de la memoria, con la técnica y la profundidad en una colección de alfombras que se convierten en un crisol de narraciones tejidas. Su colección “Echoes para Volver” es un viaje sensorial, donde cada pieza cuenta una historia única. No son simples textiles decorativos, son mapas de memoria traducidos a geometría y color. La técnica de tufting artesanal es su gran secreto. Melvær juega con alturas de pelo y capas translúcidas, creando profundidad donde otros solo ven una superficie plana. Cada alfombra tiene nueve combinaciones de color, desde neutros hasta tonos tierra, que no son casuales: son capas de significado, fragmentos de experiencias personales. Nos encanta que los complejos diseños geométricos no buscan ser perfectos, buscan evocar momentos. Una línea que se quiebra, un color que se desvanece… metáforas de la memoria en las que cada alfombra guarda recuerdos que se cuentan sin palabras.

https://www.volverstudios.com/

Seitz

Sencillez, minimalismo, calidad… Esas son las bases de la última colección de Seitz, presentada durante la Semana de Diseño de Zúrich, en la que la marca busca redefinir la artesanía suiza aportando una mirada elegante y contemporánea. El concepto no es nada revolucionario, pero es que no le hace falta. La técnica, la calidez, la sencillez… son tres cosas que nunca pasan de moda. Fundada por Kevin Seitz y Rob van Wyen en los Alpes suizos, la marca propone piezas de mobiliario que rinden homenaje a las técnicas tradicionales mientras las reinventan. Desde el banco Chalet, inspirado en los asientos alpinos, hasta la mesa Limmat con su geometría cambiante, cada pieza cuenta una historia de minimalismo funcional y responsabilidad social. Appenzeller es una serie y es mi favorita. Incluye un aparador y una mesa, que exploran el diálogo entre las artes aplicadas y las bellas artes y la influencia por la artesanía del siglo XVIII del este de Suiza, en concreto, por los cinturones de Appenzeller conocidos por sus ornamentados accesorios metálicos.

https://www.studioseitz.com/

Marie

Gordita, con una estructura que parece casual pero tiene su truco y disponible en un montón de versiones y acabados, La Marie Chair de Freifrau no es solo una silla. O una serie de sillas. Es un homenaje familiar. Diseñada por Marie Hoffmann-Kahleyss, la silla nace de una historia personal: rescatar la esencia de los muebles que poblaban su infancia y que, al crecer, nos recuerdan de dónde venimos. Marie juega con la nostalgia sin caer en lo pasatista. Sus líneas son contemporáneas pero guardan un ADN clásico: un respaldo envolvente que abraza como un abrazo de familia, una estructura que equilibra elegancia y comodidad. Los materiales no son casuales: cada tejido nos lleva a una historia de tradición reinterpretada y, para rematar, hay una versión columpio. https://www.freifrau.com/

Fray

La Fray Chair no es una silla convencional, es una declaración de libertad geométrica. Su diseño parte de tres polos que se separan elegantemente, “deshilachándose” para convertirse simultáneamente en patas, asiento y respaldo. Esta arquitectura única crea un ritmo visual que hace que la silla parezca estar en constante movimiento, como si estuviera bailando. Lo revolucionario está en su marco segmentado: una estructura que juega con la percepción, donde cada división es una invitación a explorar los colores. Los degradados fluidos que van del rosa pálido al lavanda, del verde menta al azul celeste, no son simples tonos, son una sinfonía visual. La silla se convierte en un lienzo donde los colores complementarios y contrastantes dialogan, desafiando la rigidez tradicional del mobiliario. Más que un objeto para sentarse, la Fray Chair es una experiencia. Un prototipo que nos recuerda que el diseño puede ser poesía, movimiento, libertad.

https://www.chromatic-design.com/

Clive Lonstein

En el universo de Lonstein, el vidrio cobra vida propia, la rigidez se transforma en movimiento y la transparencia se convierte en una declaración escultórica. Su primera colección de Clive Lonstein es exactamente eso: un viaje a través de formas que desafían nuestra percepción de lo que puede ser un mueble. Sus mesas y aparadores son verdaderos manifiestos de ingeniería y poesía visual. ¿Son un tocho? Sí, pero un tocho de cristal en el que las formas geométricas que se entrelazan y los vidrios de diferentes densidades y transparencias juegan con la luz como si fueran acuarelas suspendidas en el espacio. Promete, promete. https://www.clive-lonstein.com/