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SALUD

Carbohidratos, claves para la alimentación sana

Pese a que en los últimos años los carbohidratos han adquirido mala fama, en realidad son un ingrediente fundamental para mantener una alimentación saludable. Aportan fibra, vitaminas y minerales, además de ser una de las mayores fuentes de energía para cuerpo y mente.

(Getty Images)

En plena era en la que la búsqueda de una apariencia concreta se disfraza de salud, las tendencias dietéticas que parecen más prometedoras pueden acabar siendo terriblemente perjudiciales. Y es que ya llevamos muchos años demonizando los carbohidratos, siguiendo modas, tendencias o retos virales en los que deben quedar excluidos de nuestra alimentación bajo falsas premisas de salud. Pero, ¿qué sabemos sobre la exclusión o reducción drástica de este grupo de nutrientes de nuestra dieta habitual?

Si tenemos en cuenta que los carbohidratos son fuente energética esencial para el correcto funcionamiento de nuestro cerebro y nuestros músculos o que, además, un tipo de carbohidrato concreto, la fibra alimentaria, es esencial para una adecuada salud intestinal, entre otras muchas y que, curiosamente, los carbohidratos también juegan un papel importante en la estructura y función de nuestras células, tejidos y órganos, no parece que su exclusión vaya a resultar beneficiosa para nuestra salud.

En primer lugar, sabemos que, cuando excluimos estos alimentos de nuestra dieta, se produce un efecto nocivo para nuestra salud (aunque ahora muy de moda) que es un proceso cetogénico con el que ya sabemos que existe un mayor riesgo de cálculos renales, osteoporosis, incremento de ácido úrico en sangre (factor de riesgo de gota) y deficiencias nutricionales.

Pero, ¿qué más? Pues, por ejemplo, tal y como han mostrado algunos estudios previos, existe una asociación negativa entre dietas bajas en carbohidratos y el síndrome metabólico, diabetes, trastornos mentales, obesidad y rendimiento cognitivo en adultos mayores.

Pero, por si nos hiciesen falta más razones, un estudio publicado recientemente y en el que se ha hecho un seguimiento durante 13 años a 13.025 personas, ha determinado que las dietas pobres en carbohidratos aumentan el riesgo de sufrir fracturas por osteoporosis, las cuales representan un importante problema de salud pública.

Así que la próxima vez que pensemos en restringir los carbohidratos, sería interesante pensar también en si nuestra salud futura se verá perjudicada.