Dictar la realidad

Escribir sobre literatura, más allá de su posible valor ensayístico, perfectamente se puede llegar a considerar como una talentosa extremidad creativa. Una consideración que, sin duda, debe glosar entre los méritos de este crítico de académica erudición, como demuestra un actual volumen que recopila, abarcando tres décadas, algunos de sus textos. Episodios ampliados por una sección de cartas, con destinatarios de la talla de Walter Benjamin, que revelan, ya sea desde la ironía, el pragmatismo o incluso el desencanto, el perfil biográfico de quien abandonó su país natal, Alemania, por la llegada de un régimen nazi que amenazaba, como así sucedió, con desterrar la conciencia humana -también- de los libros.

Acostumbrados actualmente a delimitar, hasta casi estrangular, los variados determinantes que influyen en nuestra mirada de la realidad, la intención del autor toma destino en dirección contraria; lo suyo es un ejercicio casi espeleológico en busca de páginas y palabras que a lo largo de los siglos han guiado la forma en que Occidente ha asumido la narración de hechos y acontecimientos. Porque, si aquellas formulaciones pretéritas pretendían hablar desde su presente, la herencia legada por ellas ha servido para dotar de herramientas al futuro en su tarea de descifrar los interrogantes existenciales.

A modo de breve pero profuso diccionario sobre las distintas morfologías que, a lo largo de las épocas, diversos creadores han acuñado a través de sus textos, esta recapitulación revela el cambio en la naturaleza adoptada por el observador. La instauración del “yo” como sujeto universal llevada a cabo por Montaigne, la búsqueda de la identidad propia por medio de una aparente cotidianidad expuesta en Proust o, sobre todo, la contraposición entre la fábula de carácter simbólico asumida por el Antiguo Testamento frente a la exposición del momento esgrimida en “La Odisea”, son algunas entradas de este glosario con vocación de síntesis respecto a ese moldeable continuo expresivo.

Más allá de la fascinación intelectual que traslada esta obra, y el apabullante mapa de conocimientos condensado en ella, su principal aportación reside en calibrar el proceso en constante construcción que supone la búsqueda del ser humano por interpretar su condición individual dentro de un contexto histórico. Porque en último término, la manera de escribir nuestro relato singular no se trata de una mera acción estática, es también un vehículo para transformar la realidad.