El hotel de los robots

La prefectura japonesa de Nagasaki alberga un interesante parque temático llamado “Eco friendly”, que más allá de los toboganes acuáticos de rigor, porque cuenta también con el primer hotel en el que la recepcionista tiene los ojos amarillos y la piel de un lagarto. Es un robot dinosaurio. «Después de analizar el tipo de prestaciones que suelen encontrarse la mayoría de hoteles, nos dimos cuenta de que queríamos llegar a realizar un tipo de hotel totalmente distinto, que fuera pionero en el uso de la tecnología. Henn-na es el primer hotel operado casi en su totalidad por robots», explican. Si lo pensamos fríamente, resulta natural, ya que Japón es pionero en robótica y también en excentricidades. Los responsables del hotel aseguran que los robots están dotados de un grado de «humanidad» que les permite conversar con los huéspedes; incluso son capaces de hacer gestos como parpadear o tener contacto visual. Entre sus tareas: servicio de habitaciones, limpieza de cuartos, llevar el equipaje de los clientes y, por supuesto, gracias a su grado de «humanidad», responder las dudas que los visitantes tengan durante su estancia. Aparte de la recepcionista-dinosaurio, también podemos encontrar otros robots humanoides, para que la transición no sea tan brusca. www.h-n-h.jp/en/

Radio killed the electric star

Parece que el boom tecnológico que hemos experimentado estos últimos treinta años sigue imparable. Hoy en día, aproximadamente cinco billones de dispositivos están en activo y, dentro de ellos, cientos de millones son inalámbricos. Basando su funcionamiento en radiofrecuencias y campos electromagnéticos, estos incontables dispositivos han creado una red invisible que prácticamente cubre el planeta entero. Estamos «cubiertos» por una especie de membrana electromagnética de efectos imprevisibles. Ante esta situación, se han levantado muchas voces críticas, ya que hoy por hoy se desconocen los efectos fisiológicos que esta red invisible puede ocasionar sobre el ser humano a medio y largo plazo. Alice Bonicelli y Lorena Rubio son dos jóvenes recién licenciadas del Piet Zwart Institute (Rotterdam) que acaban de crear una curiosa pieza, con la intención de aportar una nueva perspectiva a este debate de tintes apocalípticos. “Radio killed the electric star” es una serie de lámparas que aprovechan la omnipresente presencia de los campos magnéticos para utilizar esa energía y producir luz. Su sencillo cuerpo está formado por dos estructuras, una generadora y la otra receptora (de tamaño exagerado), que producen luz al encontrarse cerca la una de la otra. El proyecto intenta aportar una perspectiva positiva al hecho de que nos encontremos envueltos por estas fuerzas electromagnéticas y nos plantea la siguiente pregunta: ¿Cómo serían los interiores de las casas si realmente todos los dispositivos fueran inalámbricos? ¿Podemos aprovechar esta tecnología basada en la proximidad y además conseguir que sea estéticamente atractiva? El debate resulta muy interesante pero, a su vez, Alice y Lorena han conseguido crear unas lámparas sencillas, útiles y sobre todo… de consumo, cero.

http://alicebonicelli.com/

Mandalas para relajarse en verano

No sé si a vosotros también os pasa, pero desde luego para mí el verano y las vacaciones son el momento perfecto para lanzarme a las manualidades. O, al menos, para soñar que me lanzo a ellas. Tejidas en lana, las mandalas, también conocidas como “Ojos de Dios” son originarias de América del Sur, aunque la mayoría pensáramos que venían del Tíbet. Tradicionalmente empleadas en rezos, también sirven como ofrendas espirituales para proteger los hogares en los que se colocan. Básicamente son ocho palos y unas lanas, pero lo cierto es que Jay Mohler, antiguo hippie afincado en Alburquerque (Nuevo México), ha perfeccionado el arte de las mandalas en los cuarenta años que lleva realizándolas: «Empecé de forma casual, viendo cómo las hacían otros, resultaba entretenido y me gustaban los colores». Lo que comenzó como un juego ha terminado convirtiéndose en toda una profesión y las mandalas de Jay revolucionan la red y se han convertido en auténticas obras de arte. Podéis comprarlas hechas o, ya que estamos en verano, animaros a probar con alguno de los kits de iniciación. www.etsy.com/fr/shop

¿A qué huelen los whatsapps?

Todos hemos sufrido malentendidos por culpa del whatsapp. Y es que, ya se sabe, cuando la comunicación no es verbal, es bastante probable que se malinterpreten frases, intenciones y sentimientos. Algo tan pequeño como la entonación resulta, sin embargo, decisivo en nuestras comunicaciones. Lo que no podemos negar es que, tanto esta aplicación como sus mellizas, se han convertido en parte indispensable de nuestra forma de comunicarnos con el resto. Y en muchas de las ocasiones, hacen que frases y momentos de lo más intenso pierdan todo el encanto. A todas nos ha pasado. Osmotheque es un laboratorio interactivo que nos permite convertir esos mensajes o conversaciones de whatsapp en olores. Basándose en un lenguaje que parte de familias olfativas, podemos transformarlo en un olor concreto y también en un gráfico. «La instalación es un intento de devolver la carga emocional a esta forma de comunicación, de recordarnos que estamos vivos y que las emociones son importantísimas». ¿Cómo olerá un «te quiero» de whatsapp? Osmotheque.fr