Sácame guapa Seydou Keïta

Durante décadas, Seydou Keïta (Bamako, 1921-París, 2001) trabajó en su estudio maliense haciendo retratos: fotos de familia, retratos para regalar al novio... Aquel chaval que empezó de forma autodidacta con la Kodad Brownie que le regaló un tío, por pura necesidad desarrolló una forma de trabajar muy propia: siempre con luz natural y haciendo solo un negativo. No había para más. Con el tiempo, y después de perfeccionar su técnica, abrió un estudio en Bamako que alcanzó gran éxito en toda África Occidental. En el estudio tenía diferentes trajes de corte europeo –no todos sus clientes tenían uno– y una colcha de cama por telón. Cuando lo cerró, en 1977, guardó sus archivos (unos 10.000 negativos), pero en los 90 fue descubierto y encumbrado al título de «padre de la fotografía africana». El Grand Palais de París le dedica una exposición hasta julio.