Ver

El cineasta alemán Wim Wenders subrayaba en un volumen, editado en 2005 bajo el título “El acto de ver. Textos y conversaciones”, que todo acto fílmico o fotográfico documenta aquello que entra en el plano o el encuadre. Este contenido, definido por el propio Wenders como «einstellung», nunca es objetivo ni casual. El ojo que decide es el que delimita el campo visual, mostrando y ocultando al mismo tiempo. El propio autor señalará como el mismo concepto abarca, a su vez, ese campo invisible de lo que no se nos muestra. Todo aquello que rodea a la composición de una imagen, la construcción del discurso e incluso el contexto, crea un «einstellung» no visible, una documentación de la actitud, del posicionamiento frente al mundo y de lo que sucede detrás de la cámara. Si la elección de un encuadre es siempre subjetiva, el acto de ver es (debe ser) entonces un acto activo. La contemplación necesita de una situación y pasa por ser una experiencia única, según el momento, la persona o el lugar. Cada cual acarrea experiencias visuales, formas de mirar y relaciones propias con el mundo de las imágenes y cada fotograma arrastra consigo decisiones, subjetividades y condiciones que acaban conformando la pieza final.

El polifacético Jose Mari Zabala (Irun,1949), autor que a lo largo de seis décadas ha realizado obra en múltiples formatos, composición sonora, pintura, cine, dibujo..., presenta en esta ocasión una selección de trabajos en vídeo realizados entre 1986 y 2016. “Écfrasis Bideolanak 1986-2016” , proyecto comisariado por Leire Vergara, podrá visitarse en la galería Carreras Múgica de Bilbo hasta el 9 de setiembre. Un total de tres instalaciones, “Videographos” (1986), “Hondartza” (2014-2016) y “Mendibil-go Magnolia” (2015-2016), componen junto a tres programas mostrados en monitor (vídeos cortos realizados entre 1986 y 1999) el contenido de la muestra. Salpicada de constantes referencias autobiográficas, la gran cantidad de material que compone el proyecto traza varias líneas en torno al recuerdo, la observación y el registro como construcción de memoria. La relación con el entorno a través del vídeo nos remite a la inmediatez de lo registrado, y, por otro lado, el archivo audiovisual juega con la debilidad de la conservación del archivo digital intangible y codificado en datos abstractos. El tiempo de la imagen encuentra un nuevo espacio que se recicla con cada visionado, es un tiempo pasado que dialoga con el presente, con un ahora concreto que lo redefine en cada nueva lectura.

Muy sugerente el ciclo de cine de animación francesa que BilbaoArte ha programado entre el 1 y el 29 de julio. En colaboración con el Instituto Francés, se programan dos pases (a las 17h y a las 19h) durante todos los viernes del mes. La gran cantidad de material, compuesto principalmente por un gran número de cortometrajes y dos largometrajes, darán buena cuenta de una reseñable visión del panorama cinematográfico francés en el campo de la animación. La sala Art House Zinema será el escenario que permitirá sumergirse en una de las ramas de una de las industrias cinematográficas más importantes del mundo con una selección de piezas producidas entre 1999 y 2015.