«A Monster Calls»

La noticia de la concesión del premio Donostia a Sigourney Weaver acrecienta el interés por la presentación en el Zinemaldia de la nueva realización de J. A. Bayona coproducida con Hollywood, de la que ya se viene hablando largo y tendido por tratarse de la adaptación de un libro de culto. La novela homónima de Patrick Ness va a ser reeditada en castellano por Nube, con un prólogo escrito por el cineasta que se ha encargado de llevarla a la gran pantalla. Como suele ser inevitable en estos casos, millones de lectores van a estar vigilantes ante la versión cinematográfica, que será mirada con lupa a la hora de comprobar si es capaz de visualizar el mundo creado sobre el papel. En ese sentido, el punto de referencia pueden ser las ilustraciones dibujadas en el libro por Jim Kay, que siempre van a resultar más oscuras que lo esperable en una gran producción fantástica. Digo grande, porque aunque se desconoce el presupuesto, sí es de dominio público que los derechos de la novela fueron adquiridos por la productora Focus Features por veinte millones de dólares.

En cuanto a Sigourney Weaver, hay que decir que hace el papel de la abuela del niño protagonista, porque ya es lógico que, a pesar de tratarse de una actriz popularizada por el cine de acción y que no renuncia a seguir interpretando a la teniente Ripley en la saga “Alien”, empiece a pensar en interpretar papeles dramáticos acordes con su edad. No es un personaje nada fácil y bastante más comprometido de lo que pueda parecer, debido a que esta mujer sexagenaria es el contrapunto del chico preadolescente. Todo lo que el chaval tiene de apasionado y soñador, la señora lo tiene de fría y calculadora. Por lo tanto, mucho de la dirección interpretativa dependerá del modo en que interactúe con ella el actor infantil Lewis MacDougall. El reparto estelar se completa con Felicity Jones y Toby Kebell en los roles paternos, mientras que Liam Neeson pone voz al monstruo.

J. A. Bayona defiende de que no se trata de una película aislada o diferente del resto de su filmografía, a la que desea dar coherencia en forma de trilogía. En consecuencia, “A Monster Calls” sería la tercera entrega sobre un ciclo en torno a las relaciones maternofiliales, de la que también formarían parte “El orfanato” (2007) y “Lo imposible” (2012). Los tres títulos han de mantener así en lo temático la continuidad que no se está dando en lo formal, habida cuenta de que el despliegue técnico va de más a menos. “A Monster Calls”, que se estrena en las salas comerciales el 7 de octubre con el título de “Un monstruo viene a verme”, cuenta ya con unos medios punteros, al utilizar el sistema de captura de movimiento denominado performance capture. No obstante, Bayona vuelve a confiar en el getxotarra Fernando Velázquez para la banda sonora y en el catalán Óscar Faura como imprescindible director de fotografía.

La dificultad en aumento que plantea un proyecto con la ambición industrial de “A Monster Calls” coincide con la propia complejidad de la obra en que se basa, al no poder ser encasillada como una creación terrorífica sin más, lo que provoca un mal acomodo genérico. Tiene drama familiar, tiene misterio, pero ante todo es una historia que intenta conciliar realidad y fantasía, a fin de sacar una moraleja que sirva a modo de superación de los miedos infantiles en el crecimiento de la persona. Patrick Ness, que se ha encargado personalmente de escribir el guion cinematográfico, heredó el relato de su colega Siobhán Dowd. La escritora de origen irlandés no pudo concluirlo porque padecía un cáncer terminal, y de ahí que la madre de la ficción sufra también dicha enfermedad. Esto atormenta al niño de doce años, junto con el distanciamiento de un padre separado, generando en sus pesadillas un monstruo que se materializará a través del viejo tejo próximo a su casa.