2016 IRA. 04 MIRADA AL MUNDO La Sauna pública, la última tendencia en Finlandia Anne Kauranen {{^data.noClicksRemaining}} Artikulu hau irakurtzeko erregistratu doan edo harpidetu Dagoeneko erregistratuta edo harpideduna? Saioa hasi ERREGISTRATU IRAKURTZEKO {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Klikik gabe gelditu zara Harpidetu {{/data.noClicksRemaining}} Desvestirse y sudar con amigos y familiares es una tradición en Finlandia, donde se calcula que hay una sauna privada por cada tres habitantes. La última moda es acudir a una sauna pública. En Helsinki, la capital, no importa que sea verano para eliminar el stress por todos los poros de la piel a 80º C y disfrutar de un rato de paz. Löyly (vapor en finlandés) es una palabra que describe la sensación de calor y humedad, pero también es el nombre complejo de sauna de madera inaugurado en mayo en el centro de Helsinki. Se encuentra en el paseo marítimo y ofrece impresionantes vistas del fiordo y &discReturn;la ciudad. Ha tenido tanto tirón que los días soleados es obligatorio efectuar una reserva por internet. Linnea Remes ha celebrado allí su vigesimoséptimo cumpleaños con sus amistades, un toque chic a una tradición establecida en un país donde casi todo se puede festejar en una sauna. Ella acude a estas salas de calor hasta cuatro veces por semana, sin embargo «pensamos que sería una buena manera de pasar el tiempo juntos y divertirnos», asegura. Si los finlandeses acostumbran a estar desnudos en las saunas privadas, en las públicas o bien se separan hombres y mujeres o en caso de estar mezclados se requieren bañadores. Esta costumbre de relajarse a altas temperaturas la mantienen en cualquier época del año y se acrecienta después de hacer deporte. Sauna y ducha, para regresar a los bancos de madera, pero también tras un baño en un lago o en el mar y sobre todo en invierno para calentarse del frío. 5,5 millones de habitantes y 2 millones de saunas. Durante siglos, los finlandeses frecuentaron las saunas para lavar, relajarse e incluso las mujeres para dar a luz. También tuvo su lugar en la historia puesto que durante la Guerra Fría, Urho Kekkonen, presidente durante 26 años, negoció con diplomáticos soviéticos en la sauna de su residencia oficial. Hoy en día la mayoría de los apartamentos y todas las casas tienen una. De acuerdo con las estadísticas, el país cuenta con más de 2 millones de saunas para sus 5,5 millones de habitantes. No obstante, casi uno de cada cinco finlandeses vive solo, por lo tanto, no cambian impresiones sobre los bancos de madera sobrecalentada. «Muchas personas viven solas, pero ahora aspiran a sentirse parte de una comunidad. Una sauna es un lugar íntimo donde se pueden intercambiar ideas con la persona sentada al lado de nosotros, sea lo que sea», opina Raoul Grünstein, director de Allas Sea Pool, un establecimiento de este tipo abierto el pasado mes de agosto. Él y sus socios han invertido diez millones de euros en el spa que se encuentra en la plaza principal del Helsinki, frente al palacio presidencial, y cuenta con tres saunas y tres piscinas. Eligieron una arquitectura y una decoración típica de los países nórdicos, como en Löyly. Los gestores de esta sauna pública son el actor Jasper Pääkkönen y el miembro del Partido Verde en el Parlamento finlandés Antero Vartia, que han invertido 6,3 millones de euros en este conjunto de madera. «Los responsables de los organismos turísticos han dicho que pronto se convertirá en uno de los tres principales puntos de interés de Helsinki», cuenta el actor y propietario de Löyly. Las grandes cadenas extranjeras están tratando también de subirse al carro. En uno de los restaurantes de la capital, el American Burger King, han incluido en su menú la habitual hamburguesa con patatas fritas, regada con Coca-Cola y servida en la sauna a grupos con reserva previa. El precursor de estas instalaciones públicas es reciente. En 2011, algunos finlandeses construyeron el Sompasauna, sin autorización y con materiales reciclados. Impregnada del espíritu hippie y gratuita, lo que antes se destruyó ahora es «acto cultural de 2016».