Encuentro

No es la primera vez que en estas líneas tratamos de insistir en la importancia del proceso creativo como fuente principal de contenido en el arte. Y es que contra el tópico de la obra creada fruto de la genialidad, el trabajo resultante de arduos procesos de maduración formal y conceptual es el que finalmente acaba asumiendo el protagonismo y la responsabilidad de un desempeño meritorio, pues son los caminos que se bifurcan los que mejor nutren el viaje. Esta base es imprescindible para que como público podamos alcanzar a decodificar muchos de los estímulos que se plantean ante nuestros sentidos. El fin es conseguir un pacto tácito en el que las dos partes depositan sobre la obra sus lugares comunes, las propuestas narrativas y sus sensibilidades compartidas, cerrando así el circuito básico que da sentido a las prácticas expositivas y a la posibilidad de su disfrute. Cada obra, pieza u objeto es un punto de un recorrido mayor y a su vez un espacio de encuentro.

En este sentido, BilbaoArte inauguró el pasado día 2 la exposición “Puertas Abiertas 2016”, que podrá visitarse hasta el 16 de este mes. En ella podemos disfrutar del trabajo de los 35 artistas y colectivos becados para este año que acaba, mediante una propuesta que abarca todo el espacio del propio centro. La atractiva oportunidad de poder valorar los frutos de la dedicación desarrollada durante estos meses posibilita en una sola visita conocer una reseñable cantidad de agentes cuya diversidad disciplinar y su trayectoria los sitúa en una posición a tener en cuenta dentro del panorama actual. Sin duda, uno de los elementos más atractivos del programa es asistir a los encuentros abiertos que han sido planeados a partir de mañana y hasta el cierre de la muestra. En ellos cada artista compartirá de un modo cercano su experiencia dentro de la beca y las claves de su trabajo, destramando intereses, apetencias y modos de hacer.

Por otro lado, hoy es la última oportunidad para contemplar las producciones derivadas de las residencias artísticas del proyecto “Entre arenas”, de DSS2016 y San Telmo Museoa de Donostia. El Centro de Recursos Medioambientales de Cristina Enea ha sido el escenario elegido para mostrar el intercambio artístico y cultural de dos creadores vascos y dos saharauis, cuya primera fase tuvo lugar en la Escuela Saharaui de Artes de la población refugiada en Tinduf (Argelia), para llegar después al Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera. La exposición titulada “bi + bi procesos” actúa como colofón de la labor realizada por dos parejas formadas por un artista de cada origen. De esta manera, el equipo constituido por Karlos Martínez Bordoy y Nasra Sidi Azman ha propuesto como finalización del proceso una instalación en la que el propio desarrollo colectivo así como la relevancia matérica de la experiencia se anteponen a la idealización de la obra acabada.

Por su parte, el conformado por Ibon Salvador y Ahmed Omar Abdalahee focalizó en la potencia del encuentro los puntos fuertes de su producción, insistiendo en la construcción de un “nosotros” que centrara la problemática en el entendimiento de lo común como espacio compartido. “Pensamiento grupal/Tormenta nocturna” es el título de la publicación surgida del camino recorrido por ambos artistas que propone de esta manera un poso más duradero que el propio evento expositivo.