2025 URT. 12 SALUD Disfrutar de la comida, un deseo saludable Habitualmente el principio del año, y más tras los excesos de las fiestas navideñas, suele acarrear un montón de propósitos, algunos de ellos relacionados con el peso y las calorías. La dietista-nutricionista de 7K recuerda la importancia del acto de comer y lo que conlleva en positivo. (Getty) Xandra Romero Una vez iniciado el año, uno ya puede revelar los deseos y propósitos pensados para los 365 días que tenemos por delante. Mi deseo y propósito profesional hace tiempo que es el mismo: que entendamos la alimentación como lo que es; un bien preciado, una parte vital de nuestra forma de socializar y disfrutar y una herramienta para garantizar nuestra salud física y mental. Por eso, me voy a empeñar un año más en desterrar los conceptos de calorías, el “pesocentrismo”, el “salutismo”, la culpa, la obsesión etc. Y es que con tanto miedo a engordar, con tanta obsesión por la salud (mal entendida), con tanta y tan confusa información y bulos a los que estamos expuestos cada vez más, se nos ha olvidado algo básico: comer es, esencialmente, una actividad social que nos permite conectarnos con los demás y es pues, uno de los elementos fundamentales de cohesión dentro de una determinada comunidad. Tanto es así que, desde que el mundo es mundo, en la mayoría de culturas alrededor del mundo, la comida es una oportunidad para reunirse, socializar y compartir. Asimismo, la acción de alimentarse es un elemento central en la definición de la identidad social tanto individual como colectiva. Los individuos así como los grupos sociales se construyen socialmente por lo que comen, por la manera en que lo hacen y a través de la alimentación expresan y construyen su identidad y posición social. Entendiendo este aspecto social intrínseco de la alimentación, ¿qué cabida tienen alrededor de la mesa los comentarios sobre el supuesto efecto nocivo de dicha comida sobre la salud?, ¿cómo nos construimos a nivel identitario si en cada ingesta escuchamos comentarios acerca del efecto de esa comida o alimento sobre nuestro aspecto físico? ¿se imaginan? y es más, ¿cómo lograremos disfrutar de un acto social si continuamente etiquetamos o categorizamos los alimentos que estamos comiendo como “buenos o malos”? Por todo esto, para este 2025, solo les deseo que cambien la mirada del peso y de las calorías, hacia el disfrute de la comida, la compañía y el cuidado a la salud integral.