2025 OTS. 23 Un biopic «panxacontent» Timothée Chalamet interpreta al cantante Bob Dylan en el biopic «A Complete Unknown», dirigido por James Mangold. Mariona Borrull En el biopic musical, hay dos escuelas: la del callo en los dedos y la del apañe. Entre estas últimas se cuentan todas aquellas versiones que rechazan la imitación del mito, optando en cambio por la réplica con inteligencia. En “Love & Mercy”, Paul Dano y John Cusack se repartían tiempo en pantalla para ser ambos Brian Wilson, el fundador de los Beach Boys, en un relato disperso y colorista en tono. Antes, en “I’m Not There”, Todd Haynes había multiplicado a Bob Dylan entre siete versiones y seis intérpretes: Christian Bale, Cate Blanchett, Marcus Carl Franklin, Richard Gere, Heath Ledger y Ben Wishaw. Ninguno de ellos era Bob Dylan, pero todos quizás sí. Este tipo de relecturas ha proliferado sobre el cadáver caliente del biopic tradicional… Porque no mintamos: el género ha superado ya su fase clásica, su extremaunción manierista y ha entrado en delirios posmodernos. Semanas atrás, en “Better Man”, Robbie Williams se autointerpretaba disfrazándose de mono. En “María Callas”, Pablo Larraín agudizaba el patetismo de la tragedia hasta volver a la prima donna una diva casi irrisoria. Incluso “Segundo premio”, de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez, ha esferificado la esencia de Los Planetas en una original albóndiga de realismo mágico sin miedo a la cuerda rota. Nada más lejos del callo gordo del biopic verista, el que no juega con la comida y que se agota tras años de insistencia y perfección. Los grandes culpables son el éxito de “Ray” (2004), en la que Jamie Foxx vestía las botas de Ray Charles con la tridimensionalidad emocional que solo una película permite. O la taquilla de “La vida en rosa” (2007), otro de los portentos interpretativos de Marion Cotillard en su época de mayor fama. O “Bohemian Rhapsody”, la última en confirmar que el patio de butacas zampa tranquilo las mismas palomitas de siempre. Rami Malek copió los dejes de Freddy Mercury con una vehemencia insólita… Una imitación simétrica, satisfecha; diremos en catalán, panxacontenta. Entenderán por qué “A Complete Unknown”, continuista de la escuela de la copia sin más, puede parecer algo antigua… Han pasado veinte años del gran hit del director James Mangold en el mundillo del biopic musical, con Joaquin Phoenix aprendiendo a cantar como Johnny Cash en “En la cuerda floja” (2005). Es un ejemplo ilustre de aquel método interpretativo sangrante, un sobreesfuerzo anecdótico que hoy miramos con descreimiento. Las buenas noticias son que las primeras críticas de la película acreditan que, más o menos Dylan, Timothée Chalamet ha hecho un magnífico papel. No sabemos qué camino tomarán Jeremy White como Bruce Springsteen en “Deliver me from nowhere”, o los cuatro Beatles de Sam Mendes: Paul Mescal (McCartney), Barry Keoghan (Ringo), Harris Dikinson (John Lennon) y Charlie Rowe (George Harrison). ¡Toca ver!