2025 AZA. 02 REEDICIÓN DEL DISCO DE RIP «NO TE MUEVAS» Elkarrizketa TXERRA BOLINAGA MÚSICO «Es bonito que haya gente que tenga a RIP como referencia» Aun no siendo probablemente algo buscado por sus autores, «No te muevas» es por méritos propios un disco de culto en este país, con canciones que han sido entonadas -todavía lo son- con fervor y bastante mala leche. Txerra Bolinaga, batería de RIP, explica cómo se gestó, su accidentada singladura en estos años y lo que supone su reedición, esta vez sí, como es debido. (Raul Bogajo | FOKU) Iker Bizkarguenaga Txerra Bolinaga recibe a 7K en Durana, en una tarde soleada y calurosa, de las que se estila en esta época desconcertante en la que el otoño apenas se caracteriza por el cambio cromático de los árboles. Entramos al local donde ensaya y donde enseña para hablar de la reedición de “No te muevas”, el único álbum de RIP, que antes había publicado “Zona Especial Norte” junto a Eskorbuto. Tampoco hizo falta más para convertir al grupo en una referencia en Euskal Herria, donde el punk sirvió para destilar parte de la rabia acumulada en la calle, que era mucha. Esta reedición, que viene a restañar heridas e injusticias, nos vale como asidero para charlar con el batería arrasatearra sobre aquellas canciones lanzadas como saetas; de los años en los que el clima era más frío y el ambiente más caliente; de la droga que consumían muchos jóvenes y que consumió a buena parte de nuestra juventud, para alborozo de las cloacas de la que salía; de la escena actual y de los proyectos de un músico que habla con orgullo pero sin añoranza y a quien se intuye enamorado de la vida. El grupo RIP de Arrasate. Archivo RIP ¿De dónde viene la idea de reeditar el disco «No te muevas»? “No te muevas” es un disco que ha estado funcionando muchos años. Salió en el 87, van a ser 40 años pronto, y al principio tuvimos el control del mismo. Lo sacamos con Basati Diskak, que era una discográfica independiente y alternativa. Pero en Basati al final se quedó una sola persona, que vendió tanto el disco de RIP como un montón de MCD, Eskorbuto y todo el catálogo que tenía a Discos Suicidas. Y lo hizo sin el consentimiento de ninguno de los grupos. Era un contrato que se hizo sin nuestras firmas, sin nada, no contaron con nosotros. Discos Suicidas se hizo con el disco y en todo este tiempo han pasado de contactar con los autores. Y así llevamos 35, 33... no sé cuántos años. Sigue reeditando el disco, no sé ya cuántas reediciones habrá hecho. Alguna vez le he llamado y alega que él compró aquello, y pasa de mí. Además, se lo deja a Brixton y a otras tiendas, que saben de sobra lo que hay, porque ya se lo hemos dicho. Los de Discos Suicidas también lo sacaron en soporte digital, evidentemente sin contar con nosotros, que no hemos recibido ni un duro. Entonces, hablando con algunas personas de Madrid, al final conseguimos hacernos con los derechos de las plataformas digitales. Y ahí sí que los de Discos Suicidas se empezaron a quejar. «Oye, que eso es mío» y tal. Pero, bueno, conseguimos hacernos con el digital y pensamos, «venga, tenemos que sacar el disco». Otra opción era meterse en juicios, pagar abogados... y no estoy para eso. De modo que de ahí sale la decisión de sacar el disco. Y ya llevamos un largo tiempo en ello, llevamos tres años o cuatro para sacarlo, y parece que ya sale por fin. Sé que está fabricado, y este sí que va a ser con nuestro consentimiento. Yo soy el único que queda, pero tengo contacto con la moza de mi hermano -Jul Bolinaga, guitarrista de RIP, fallecido en 2014- y con los hermanos de Portu -Eduardo Mancebo, “Portu”, bajista del grupo, fallecido en 1997-. Porque padres ya no hay tampoco. Con quien no he contactado es con familia de Karlos -Karlos Agirreurreta, “Mahoma”, cantante de la banda, fallecido en 2003- porque no tenía hijos, no tenía hermanos, debe tener primos en Valladolid... La idea es eso, apoderarnos de lo que es nuestro. Por lo que comenta, hay gente que, sin ser parte directa de un grupo, sin aportar a su trabajo, durante mucho tiempo se ha beneficiado del mismo. Es el caso de RIP, pero seguramente también de muchos otras bandas, ¿no? Sí. En este caso, por dos millones de pesetas compró todos los discos de entonces, pero sin el consentimiento de ningún grupo. Yo creo que Eskorbuto lo llevó a juicio y consiguió quitárselo. Piperrak creo que estaba en ello... Se escuda en que ya ha pagado lo que le dio al de Basati, quien lo vendió sin nuestro consentimiento y luego ya murió. Txerra Bolinaga en su local, donde ensaya y donde enseña a tocar batería, en Durana. Raul Bogajo | FOKU Más allá del tema económico, lo que pesa es la injusticia, ¿no es así? Pues es un poco eso, sí. Es verdad que Karlos intentó en su día meter un poco de baza, bastantes veces, porque se enfadó mucho con ellos. Intentó arreglar esto y nos decía que hiciéramos algo, pero nosotros estábamos un poco más pasotas. Pero ahora, cada vez que ves que hay una nueva reedición del disco dices, «me cago en diez, tío». ¿Cuántas reediciones de «No te muevas» puede haber? No sé, cada pocos años hace alguna. No conozco las cantidades concretas, un montón. En 35 años habrá hecho 20 o 15, no sé decirte el número total, pero sigue sacando y ha habido una reedición nueva hace un año. Van un poco de alternativos, de que no es una gran compañía, pero mira. Estamos hablando de uno de los discos señeros de aquella época y sobre todo del punk en Euskal Herria. Tiene canciones que han sido himnos para generaciones. Es el único que hicimos (sonríe)... Fuimos muy vagos, siempre lo he dicho. Pero bueno, sí, ahora me doy cuenta de todo eso. Entonces no éramos muy conscientes de hasta dónde llegaba, pero ahora sí. Yo creo que Eskorbuto está muy por encima, o La Polla Records, que han sacado mucho más, pero luego ahí estábamos. Eskorbuto, RIP, Cicatriz y La Polla serían un poco los que más han marcado en este ámbito. Cuando voy a tocar, todavía me dicen: “¡Una de los RIP! ¡Una de los RIP!”. Han marcado aquí y han marcado en América Latina también. Sí, sí, eso ha quedado. ¿Qué va a sentir cuando ya con su autorización salga el disco a la calle? No lo sé, hay una parte de decir, «joder, pues ya está». De volver a recuperar lo nuestro. Probablemente los de Discos Suicidas se chinen porque lo hayamos sacado, pero bueno... ¿Les han comentado algo? No, no se ponen en contacto conmigo, nunca. Como hemos dicho, es un disco que dejó su impronta. Antes había salido «Zona Especial Norte», compartido con Eskorbuto. Ambos entraron como un torbellino en una escena que en muy poco tiempo cambió de arriba a abajo. ¿Qué supusieron aquellos años para la vida musical de este país? En aquellos momentos nosotros vivíamos rápido, íbamos al día, no éramos muy conscientes de la repercusión que tuvo. Ahora, con los años, y fíjate que casi han pasado ya 40 del disco, te das cuenta de que ha marcado muchísimo, que toda esa época marcó. Lo que hemos dicho antes, que esas canciones siguen siendo himnos para mucha gente, y bueno, pues claro, a mí me parece bonito que haya un montón de gente que tenga como referencia las canciones de RIP o de aquellos otros grupos. Creo que aquella fue una hornada de grupos muy buena. Todavía siguen algunos llenando estadios; Fermin, Evaristo... Es algo que marcó, como lo están haciendo ahora otros también, pero bueno, esa fue la época que nos tocó vivir a nosotros. Se juntaron un montón de cosas ahí. Txerra Bolinaga enciende un cigarrillo durante su etapa como batería de RIP. Archivo RIP Tanto el grupo, RIP, como el propio disco, son indisociables de aquel contexto. Sí, claro. La represión policial, tanto a nivel político como a nivel más de calle, el tema drogas... Nos tocó vivir aquello tal y como estaba pasando. Y en el disco hay algunas canciones que son mucho más destroy y, otras, como “Terrorismo policial” o como “Policía no”, que tienen un matiz más político. Son letras directas, muy elocuentes y con poca sutileza. Seguramente es lo que tocaba en aquel momento. Sí, sí, no sé si es poesía o no, pero bueno, era algo directo. Sacamos la rabia. Portu era sobre todo el que hacía las letras y ahí sacaba toda la rabia, y nosotros las prensábamos con la música. ¿Cómo solía ser el proceso de creación de las canciones? Primero iba la letra, luego la música... ¿cómo solían hacerlo? Principalmente, sobre la música se hacía la letra, pero también hay que reconocerlo, siempre lo decimos, Portu era el principal aportador de las ideas; el 80 o 90% de las canciones son traídas por él, tanto la letra como la música. Luego, una vez que llegaba al local con su idea, pues hacíamos algunos cambios, o cortes, o paradas o lo que fuera, ahí sí lo íbamos haciendo un poco entre todos, pero el 90% de los temas son de Portu. Hay algunas letras que son de amigos. “Escoria”, “Ahógate”, nos la pasó una persona que ya murió, “Txapelgorri” es de Iñaki Beraetxe, que era conocido nuestro, alguna la hicimos entre todos, pero lo dicho, en general era Portu el que más ideas traía, tanto de música como de letra. ¿Ensayaban mucho las canciones? Qué va, no ensayábamos ni claveles. A ver, sí que ensayábamos, pero lo dicho, no fuimos muy trabajadores. Solo hicimos dos discos, uno de cuatro canciones, con Eskorbuto, el de “Zona Especial Norte” y este de “No te muevas”. Luego, lo siguiente fue el directo en Gasteiz. Sí que hay un montón de canciones que no han salido ni en un disco ni en otro, pero las tocábamos en directo. ¿Sabes qué pasa? Que tocábamos un montón. Hubo temporadas que con los temas nuevos ensayábamos, aunque no tuvimos muchos locales. El tema local fue muy precario y ensayábamos en una casa, en el Casco Viejo, todo metido en un bafle, o sea, guitarra, bajo y voz. Pero eso lo ensayábamos un poco cuando había temas nuevos y, una vez sabidos, qué va, íbamos directo tras directo y ensayábamos bastante poco. ¿Qué siente cuando la gente a la que enseña música le pide canciones de RIP? Está bien. A ver, yo vivo en el presente, nunca me he quedado en el pasado, aunque eso está guay también. Hoy en día me viene mucha gente a los conciertos a hacerse una foto, a hablar... Ahora me dicen, “mi padre era tal o cual, estuvo no sé dónde y os vio actuar”. Mi padre o mi abuelo, vaya (se ríe). Lo dicho, tampoco me quiero quedar enganchado en el pasado, pero sí que me gusta, claro, me enorgullece. Cuando estaba con Jul lo hablábamos y flipábamos. Porque parecía que algún día tendría que parar, pero no ha parado, ha seguido siendo algo importante. Hubo un regreso de RIP a finales de los noventa y primeros 2000. Ahí volvimos, sí. Recuerdo el concierto en Gazte Topagunea de Kanbo (año 2000), que fue espectacular. Ahí se vio también que la gente seguía disfrutando con ustedes. Sí, hay como dos épocas de RIP. La primera, que es un poco la especial, y la segunda, ya sin Portu. Entonces tocaba el hermano de Portu. Y sí, entonces tocamos en varios topagunes, y el de Kanbo especialmente yo lo tengo bastante en el recuerdo. De hecho, a partir del 92, yo me desenganché y lo empecé a vivir de otra forma, aunque la música siempre ha ido conmigo y ahí estoy todavía, y luego todo aquello fue un poco el cambio de pasar de tocar en gaztetxes y en sitios para mil personas, como mucho, a de repente tocar en un Kanbo, o en Barcelona, en un estadio con ocho mil, nueve mil personas, o en la feria de muestras, con diez mil. Para nosotros todo eso era un poco flipante. El grupo RIP de Arrasate. Archivo RIP Hay localidades, pueblos, zonas, donde salen muchos grupos de música, con más facilidad quizá que en otros. Pienso en Arrasate, en Agurain.... ¿A qué se debe? No sé decir por qué, pero es verdad. En Arrasate, desde luego, sí. Ha habido una cantera muy importante de gente que hace punk rock, Oi!, además de otras cosas. Sí, sí. Nunca ha dejado de haber grupos en Arrasate desde entonces. Ha perdurado, siempre ha habido y sigue habiendo. Los locales de Arrasate están llenos, con listas de espera, la gente está esperando para entrar. También varía, hay gente que ha tirado por otros caminos, como es normal, por la música urbana, por ejemplo. De eso también hay en Arrasate, mucho. Tengo la sensación de que hoy en Euskal Herria hay un montón de grupos y también de estilos. ¿Cómo ve la escena musical? La escena está muy viva. Creo que hay una cantidad de grupos buenísimos, ahora todos son muy buenos, y tocan todos los instrumentos. Yo lo veo y digo, «madre mía, lo que tocan». Hay una escena muy importante de grupos, tanto el street, el punk-Oi!, o el Oi!, que es un poco lo que está entre los jóvenes, aparte de la música urbana. También hay unos grupos que hacen rock and roll muy bueno, y son jóvenes. Parece que están fuera de lugar, porque ahora lo que se da entre la gente joven es un poco la música urbana, la música tuneada, el trap, el reggaeton. Me parece muy bien, cada momento tiene su cosa, pero bueno, yo sigo siendo rockero. Lo que sí va cambiando, y eso es un poco preocupante, es el tema de la masificación, de los grandes eventos, en detrimento de las salas locales, de los gaztetxes. Menos mal que todavía tenemos bastantes, pero creo que se está yendo a los super eventos, muy grandes, de miles de personas. Hay mucho “no sé qué rock” y tal. Todo el mundo tiene su concierto de dos días de punk, de rock, o de otras músicas. Que a mí también me gusta tocar en los sitios grandes, para poder tocar para mil, dos mil personas, pero se está perdiendo un poco el tocar en los bares, en esos otros formatos. Esa red que siempre ha existido, ¿no? Sí, esa red que siempre ha habido de bares, de salas.... Salas se han cerrado bastante. En Barakaldo, por ejemplo, había dos garitos que han cerrado, y me dicen que en otros sitios también. En Gasteiz todavía se mantiene Hell Dorado, se mantiene Jimmy Jazz, está el Gaztetxe... pero sí parece que en general se trabaja con más dificultad. Hay sitios que cierran. Afortunadamente tenemos muchos gaztetxes y todavía se puede tocar en ellos, porque creo que ahora hay muchos más grupos que antes. Fotografías de RIP en algunos conciertos en los años 80. Archivo RIP ¿En cuántos grupos toca ahora? En tres. En directo, sobre todo estamos tocando con Zero y con Perlata, sobre todo Perlata. Con Perlata toco cuatro veces más que con Zero. Con Zero toco una vez al mes, o dos, y con Perlata pueden ser cuatro o cinco y, si es verano, hasta seis. Y luego estamos Konpost, que no tiene nada que ver con el punk rock. Ahí estoy con Rubén (Sánchez), Bingen (Mendizabal) y Jon (Aranburu), pero esa es una música un poco más difícil de escuchar. Y bueno, de momento nos dedicamos a ensayar. A mí me gusta, porque hago cosas diferentes, aunque bueno, este año, por ejemplo, no hemos tocado nada; es muy difícil que te llamen. Pero nos juntamos, hacemos una música diferente, me salgo de los ritmos habituales que hago en uno y otro grupo. Me gusta, nos gusta de momento estar ahí, sin grandes pretensiones más que tocar, hacer música y juntarnos a echar unos potes. Al final, lo que estuvo detrás de RIP también tenía mucho de eso, de disfrutar. Sí, para empezar, los RIP éramos amigos. El grupo salió de la cuadrilla de fiestas de Aramaio. «Vamos a hacer algo», y así salió. Antes de RIP hubo otro grupo. Se llamó Doble Cero, pero en verdad éramos los mismos, lo que cambió fue el nombre. Sí que es cierto que hubo un cantante en Doble Cero, Mallabi. A veces nos acordamos un poco de él, que fue quien empezó. Lo que pasa es que él se fue a la mili y nosotros no estábamos para esperar a nadie, y Karlos vino con nosotros. Y ahí sí que tuvimos un poco de conflicto... qué hacer, ¿no? Porque Karlos tenía un bozarrón que nos cautivó totalmente, y también su personalidad. Nosotros teníamos claro que queríamos seguir con él, y habremos dejado ahí a alguna persona herida. Ha comentado antes el tema de la droga. Había mucha. Nuestra trayectoria en los ochenta estuvo muy ligada a ella y el declive está clarísimo, fue porque estábamos super enganchados. No salías de ahí, estábamos los cuatro enganchados a la heroína, y así es un poco difícil seguir. Se dice que aquí heroína ha habido mucho y muy accesible, también con cierta intención. Muchos pensamos que sí y luego hay cosas que así lo indican. En Mondragón había un policía municipal que hacía el seguimiento a los camellos que venían y acababan en el cuartel del Intxaurrondo. O sea, que sí que hubo un interés para no cortar aquello. «Mejor que estén ahí en el tema de la droga que se metan en la política». Yo lo tengo clarísimo. Que se pueda demostrar, no lo sé, pero yo tengo claro que hubo un interés para que aquello no se cortara. Y, bueno, a nosotros nos pilló. No libramos. Mantuvimos el tipo durante un tiempo, estuvimos ahí bien, pero, cuando estás enganchado, tu primera necesidad pasa a ser conseguir lo que tienes que conseguir y luego lo demás. Entonces, bueno, ahí empieza a hacerse difícil. Periódicamente se habla de un repunte en el consumo de heroína, no como entonces, ni de lejos, pero que ahí sigue. No sé si se le ha perdido el miedo, si hay desconocimiento... Yo veo que queda alguna gente de antes que sigue ahí, pero me da la sensación de que no tiene mucho que ver con lo que hubo antes, que se veía en las calles. En Gasteiz estuve trabajando con la comisión anti-SIDA y todavía sí que veíamos casos. Allí se repartían jeringuillas y, con el tiempo, empezó a caer mucho el intercambio de las mismas. Hoy no sabría decir cuánto hay, no lo sé. Siempre se oye que «vuelve el caballo» y tal, y sí que es verdad que he oído que hay gente que la utiliza después de un superfiestón, para bajar, pero el caballo es una droga que te engancha muchísimo. Claro, te hace sentir muy bien y estar a gusto, esa es la luna de miel, como solía decir yo, pero luego tiene otra parte, claro. El enganche es muy jodido, tanto a esa droga como a otras. Fotografía de RIP en concierto en los años 80. Archivo RIP El contexto social y político de los 80 era terrible, pero el de hoy en día, sobre todo para la juventud, también es bastante duro. ¿Puede decirse que, en cierta medida, o en gran medida, las letras de RIP siguen vigentes? Pues sí. Algunas igual son un pasote y no, pero de otras, vamos, tengo claro que siguen vigentes. A mí me parece que el fascismo cada vez está más cerca, al lado de casa. Fascismo, racismo... Entonces, claro, siguen teniendo vigencia. Me parece bastante preocupante cómo está en general la situación, y en el mundo, ni te cuento. Todas las extremas derechas, todos los discursos de odio... Con la inmigración es terrible, los discursos que hay aquí mismo en Euskal Herria y de gente de aquí también. Es absolutamente preocupante cómo está la situación. La letra de RIP está vigente, la música también; como dice, hay cantera, pero no sé si luego eso tiene suficiente reflejo. Parece que hay un monocultivo musical, que falta variedad en los lugares donde se pone música. Ahora parece todo muy estándar; terraza, marianito y por la noche reggaeton. Yo ya no soy muy de estar de bares, soy más hippie que el copón ahora, pero puede ser, sí. Habrá algunos sitios en los que haya mayor variedad, claro, pero en general eso ha cambiado mucho. No me quiere salir el viejo criticón, que esto es una mierda y tal, pero a mí no me gusta. Para la gente que le guste, pues bien, pero que sucede un poco de eso yo creo que es verdad. Volviendo a la reedición de «No te muevas», ¿tiene ya fecha de publicación? Ya está fabricado, ahora estamos pensando en ponerle algo, no sé qué fórmula, para indicar que en esta ocasión sale con el consentimiento de Txerra y de las familias. De la banda no, porque la banda ya no existe. Es una forma de reivindicar que este sí es como debe ser, porque yo me voy encontrando con gente que me saca el de Discos Suicidas para firmar, claro. Entonces, esto es una forma de decir que este disco sale con nuestro consentimiento. No vamos a hacer una millonada con esto, ni mucho menos, pero es un poco estar como estábamos con Basati. Que RIP no nació para que se hicieran ricos, vaya. No nacimos para hacernos ricos con el grupo, pero una cosa es eso y otra cosa es que veas cómo otros se aprovechan. Tampoco diré que se hacen de oro con el disco de RIP, no voy a decir eso. O con el merchandising; por ejemplo, con las camisetas. Hay algunos que me avisan, ¿eh? Algunos sí. Hay unos que hacen un vinilo de RIP, un directo de Lekeitio, Metadona Records, que son de Mallorca, que siempre me avisan y me mandan 20 vinilos. Otros hacen una bufanda con el lema “Odio a mi patria”, y también me avisan: «oye, que vamos a sacar», y me mandan unas cuantas. Durante estos años he tenido algunos contactos de esos que sí que me mandan lo que sacan. Pero hay una gran mayoría que hace lo mismo y no dice nada. «En aquellos momentos, nosotros vivíamos rápido, íbamos al día, no éramos muy conscientes de la repercusión que tuvo. Ahora, con los años, te das cuenta de que ha marcado muchísimo, que esa época marcó» «La escena está muy viva. Creo que hay una cantidad de grupos buenísimos. Lo que sí va cambiando, y eso es preocupante, es el tema de la masificación, de los grandes eventos en detrimento de las salas locales, de los gaztetxes» «Creo que nuestras letras siguen vigentes. El fascismo cada vez está más cerca, al lado de casa. Fascismo, racismo... Me parece bastante preocupante cómo está en general la situación, y en el mundo, ni te cuento»