No son reivindicaciones nuevas, las llevan planteando desde 1987 recibiendo como única respuesta de los sucesivos responsables municipales, «que no es el momento, porque no hay dinero para ello». Ayer, vecinos de Bilbao la Vieja volvieron a salir a la calle para reclamar que el Ayuntamiento establezca entre sus prioridades la mejora de Iturburu.

Desde hace 28 años, mucho antes de que comenzase a ejecutarse el nuevo barrio de Miribilla, la asociación vecinal viene pidiendo que esa calle cuente con aceras e iluminación. «Es una calle sin urbanizar. Debe ser la única de Bilbao a pesar de ser una de las más antiguas», se quejaron ayer en una comparecencia pública, en la que recordaron que la existencia de la calle Iturburu, en los arrabales de la ciudad, aparece documentada en los orígenes de la villa.

Los residentes quieren que Iturburu se peatonalice, pues el tránsito de vehículos es continuo –ahora no, por unas obras de rehabilitación que se acometen en un edificio– y los vecinos no se sienten protegidos cuando acceden a sus casas. Además, emplazan al Ayuntamiento a que resuelva el problema de accesibilidad que tienen por unas escaleras. «Por un lado, tenemos el riesgo de la circulación y, por otro, estamos cosidos de escaleras que son una verdadero problema para la gente con problemas de movilidad o de edad avanzada», explicaron.

También quieren que se soterre un transformador de Iberdrola, ya que «no se sienten seguros» con la actual instalación.

Nueva plaza para el barrio

Sus demandas no se quedan ahí. Apuestan porque se recupere como espacio de ocio un solar vacío, donde hay un árbol, que pueda ser otro lugar donde los vecinos puedan estar. Entienden que la inversión no sería importante para las arcas públicas y podría servir para rehabilitar Iturburu, como ha sucedido en la cercana plaza de Bilbao la Vieja, donde a lo largo de la jornada está ocupada por distintas actividades y gentes.

A todas sus peticiones, los responsables municipales responden que lo están «estudiando» y eso preocupa a los vecinos, que quieren que el Ayuntamiento les consulte antes de acometer cualquier proyecto. Recuerdan que, al iniciarse el proceso de transformación de Bilbao la Vieja, en 2000, reivindicaron que no se derribase una casa de Iturburu que databa del siglo XV, que finalmente se demolió en 2005 y cuyo arco gótico «está tirado» en una rotonda cercana.

Les preocupan algunas de las soluciones urbanísticas que se han adoptado en Miribilla, por lo que insisten en que cualquier proyecto que se proponga para ese entorno histórico de Bilbo debe ser consultado a la asociación vecinal.