El 3 de octubre es uno de esos días marcados en rojo en el calendario para los hinchas de River Plate y Boca Juniors. Es el día en el que se disputa el denominado Superclásico argentino, que esta vez corresponde a la 14ª jornada de Liga. El equipo local ‘volará’ con el patrocinador Turkish Airlines en sus camisetas, mientras que el visitante lo hará con Qatar Airways. Sin embargo, curiosamente, las dos sedes de ambos clubes –Bombonera y Monumental– están separadas por apenas 16 kilómetros dentro de Buenos Aires, la capital argentina.

El Estadio Monumental –renovado por completo, con mejoras en las instalaciones y en el césped, que es híbrido– se engalanará este domingo –22.00 hora de Euskal Herria y 17.00 de Argentina– para acoger este tradicional encuentro entre ambos equipos. Y no solo va a acoger a los jugadores y cuerpos técnicos. Hasta 36.000 aficionados y sus almas podrán acceder al estadio para presenciar el partido un año y medio después del cierre por la pandemia del coronavirus. Es decir, el 50% del aforo del Monumental.

El último partido con público en Argentina, más allá de la prueba piloto que se realizó en el duelo entre la Albiceleste y Bolivia –precisamente en el Monumental en las Eliminatorias para Qatar 2022–, se jugó el 10 de marzo de 2020 en la Bombonera, en la segunda jornada de la fase de grupos de la Copa Libertadores de América. En esa oportunidad, Boca le ganó 3-0 a Independiente Medellín de Colombia con dos goles de Eduardo Salvio y uno de Emanuel Reynoso.

Por su parte, la última vez que el River Plate que dirige Marcelo Gallardo disputó un compromiso con el calor de los hinchas fue el 29 de febrero de 2020, en el encuentro contra Defensa y Justicia por la Superliga que terminó con empate a uno. Aquella tarde-noche, sin saberlo, la gente le diría adiós por un largo tiempo al estadio Monumental.

Para el Superclásico de este domingo, el equipo local llega bien de ánimo después de vencer el pasado sábado por 1-3 a Central Córdoba en Santiago del Estero, mantener el ritmo del Talleres y quedar a dos puntos del líder cordobés. Con goles del colombiano Jorge Carrascal, Julián Álvarez y Braian Romero, el ‘Millonario’ se impuso a sus rivales, que anotaron de penalti en el descuento por mediación de Leonardo Sequeira.

Los visitantes este domingo también ganaron, en su caso por la mínima (1-0), al campeón defensor, Colón de Santa Fe, en la Bombonera con un tanto de Nicolás Orsini, el delantero que se ha sumado esta temporada al ‘Xeneize’ y que, por fin, pudo festejar su primer tanto en su nuevo club. Con su quinto triunfo en Liga, Boca Juniors es ahora sexto, a ocho puntos del líder Talleres.

Dos rivales unidos por el Superclásico

Las espadas están en alto en Buenos Aires y en toda Argentina, pero el Superclásico también se va a disputar en tierras de Euskal Herria; exactamente en el campo de fútbol de La Salle Loiola de Donostia, este domingo a las 9.00 de la mañana. Organizado por Filial River Plate Euskadi y Consulado Boca Juniors Gipuzkoa, ambas oficiales y reconocidas por ambos clubes, la pasión de este deporte y de este Superclásico se va a palpar y sentir en la capital guipuzcoana.

Lo primero de todo, hay que contextualizar. Porque lo que nosotros conocemos como peñas, en Argentina tiene otra connotación: «Son folclóricas, mate, guitarra y mucho baile», contextualiza la Familia y Equipo de trabajo de Filial River Plate Euskadi. Así, en este caso River Plate Euskadi es una Filial y a Boca Juniors Gipuzkoa se le denomina Consulado.

Este ‘partidillo’ del domingo llega tras haber jugado hace unos meses el primer Superclásico argentino en Euskal Herria en Gernika, en el que River venció 7-0 a Boca (Bizkaia). «Y luego nos comimos tremendo asado. De eso se trata, de darnos a conocer y compartir algo tan nuestro con la pasión por el fútbol y las buenas costumbres gastronómicas como un buen asado. Un asado algo histórico-social, es más que sentarse a comer, es el deseo de festejar, de compartir, es parte de nuestra herencia y de lo que somos», subraya el grupo de trabajo de River Plate Euskadi.

Esta Filial cuenta a día de hoy con más de 100 personas –«somos una familia que no para de crecer», recalcan–, mayoría argentinos y argentinas, pero en la que también hay «un hincha alemán como el gran Thomas; Aritz el Pulpo, un vasco fanático que no se pierde un partido; Lian de Inglaterra; Martin el Bárbaro en Madrid... y muchos más», explican.

Ambas ‘peñas’ surgieron en época de pandemia con el objetivo de desarrollar y trabajar proyectos deportivos, culturales, eventos gastronómicos y sociales para darse a conocer, así como para seguir conectados y dar a conocer sus raíces y costumbres y vincular tanto River como Boca con Euskal Herria.

En el caso de River Plate, la idea surgió «como todo lo bueno en esta vida: alrededor de una mesa de bar, tomando un par de cervecitas entre el Rasta, Maty y Cristhian, y luego se sumaron Guido, Nico, Fernando, Mónica, Aritz y Marcos. Esto es muy nuestro, los cafés son lugares inspiradores», relatan. 

Por su parte, Consulado Boca Juniors Gipuzkoa –es una escisión de Boca Juniors de País Vasco, que ahora solo pertenece al ámbito de Bizkaia– cuenta en la actualidad con un centenar largo de socios y unas diez personas en la organización: Sebas como presidente, Mauro y Pote en la sección deportiva, Maxi encargado de las redes sociales y merchandising, además de ciudadanos vascos. Patxi Delgado, irundarra, relata que al surgir en época de pandemia, «todo ha estado paralizado y ahora es cuando se empieza a ver un poco la luz». Además de ciudadanos vascos, evidentemente también cuenta con argentinos. Patxi Delgado, natural de Donostia, relata que al surgir en época de pandemia, «todo ha estado paralizado y ahora es cuando se empieza a ver un poco la luz».

Su entrada en el Consulado se produjo después de la final de la Copa Libertadores 2018 entre River y Boca en Madrid el 9 de diciembre de ese año. Patxi Delgado viajó hasta la capital española para presenciar el encuentro. «Fue un poco el espaldarazo. Ese fue el detonante de que la gente se uniera en la distancia. Yo particularmente fue así como entré en el grupo. Me dijeron: ‘si te has gastado un dineral viniendo hasta Madrid, ¿no quieres participar?’. Y les dije que sí. Me gusta. Es un equipo que creo que va más allá… Esa pasión me atrae, me gusta. Al final le coges cariño al equipo», relata.

«Este Superclásico no tiene nada que ver con un Athletic-Real o Barça-Madrid»

A los argentinos siempre se les conoce por su fanatismo futbolero. Y desde el grupo de trabajo de River Plate incluso creen que «deberíamos hacer una autocrítica o psicoanalizarnos como sociedad». Pero matizan: «La semana previa al clásico todos nos volvemos más fanáticos porque son partidos especiales que juegan dos clubes tan grandes como River y Boca. El partido se juega en la escuela, en el trabajo, en el barrio... En fin, es una pasión incontrolable, que va más allá, es el amor a la camiseta, al club de tu vida. Nuestra pasión por el fútbol, nuestro fanatismo sorprende porque se quiere tanto al club como a la madre».

Desde ambos bandos señalan que este Superclásico «no tiene nada que ver» con un Athletic-Real ni con un Barça-Madrid. «Un clásico como River Plate vs. Boca Junior es unos de los espectáculos más emocionantes del mundo. Esto quedó claro después de la final que jugaron en Madrid. Con los resultados de rating y las expectativas que se generaron a nivel mundial, queda claro que el clásico mueve más que un Barça-Madrid. ¡Ni la Superbowl!», subrayan desde River.

Por su parte, al ser vasco, Patxi Delgado intenta tomar distancia y perspectiva, pero ve en sus ‘colegas’ de peña la pasión con la que viven el fútbol. «Esto para ellos es... lo viven… La pasión se desborda. Les afecta hasta en el trabajo, en el día a día. Hay mucho mucho pique». Ese pique que menciona también se traslada al grupo de whatsapp entre ambas peñas de cara al ‘partidillo’ de este domingo. «Lo importante creo que es que se juegue el partido, que gane quien tenga que ganar y que se jueguen más. Es una fiesta, yo lo veo así», subraya al respecto.

Sobre la presencia del público en el Monumental, ambos bandos coinciden en que «es un plus de motivación». Patxi Delgado añade que «todos los equipos argentinos, turcos e incluso ingleses juegan con un jugador más, que es la afición. Sin ir más lejos, aquí mismo el Athletic siempre aprieta más. En Donostia no tenemos esa afición que apriete tanto, y eso se nota. Sobre todo los argentinos».

Para el grupo de trabajo de River Plate Euskadi, «vuelve la vida al fútbol, el hincha es el alma del partido, porque le da color con sus cánticos, colores y aliento reemplaza a los parlantes y el cd rayado. Y la pasión del hincha es el motor de los jugadores, ahora podemos decir que están huérfanos».

Entre otras actividades que realizan la Filial y el Consulado, destacan los actos sociales. Por ejemplo, en River Plate Euskadi «festejamos el día del hincha River Plate, que se celebra el 28 de septiembre en homenaje a Ángel Labruna, uno de los mejores futbolistas argentinos de la historia y máximo goleador de la historia de River». Consulado Boca Juniors de Gipuzkoa, por su parte, celebró este pasado verano «una concentración de Peñas en Cambrils (Tarragona), con gente de Baleares, Bilbo, de todos los lados».

Como dirían los técnicos de River Plate y Boca Juniors, el trabajo ya está hecho con los entrenamientos y ahora es momento de jugar el Superclásico. Para el ‘partidillo’ entre ambas ‘peñas’, Patxi Delgado pronostica un 3-1 a favor de Consulado Boca Juniors Gipuzkoa y un empate a uno en el Superclásico de la noche. En Filial River Plate Euskadi creen que «si no lo 'suspenden' antes de llegar al Monumental de Nuñez, el más grande River Plate se llevará el partido nocturno por 3-1». Para el ‘partidillo’ matutino, en cambio, afirman tener «un equipazo. Desde la nueva incorporación del jugador con 13 años a los más veteranos (no se dicen las edades)» y pronostican también un 3-1 a favor suyo.

Al menos en algo –en muchas más cosas de los que ellos mismos creen– coinciden ambas ‘peñas’. Como seguro también lo harán disfrutando del Superclásico reunidos sobre una mesa y el lunes posterior al partido seguirán con «el cambalache (jarana y euforia) y las discusiones de chiringuito».