Giovanni Giacopuzzi
Elkarrizketa
Lorenza Ghidini
Directora de Radio Popolare de Milán
gara-2024-04-26-Entrevista
Mateo Bergamini

«No hay que confiar nunca en la versión oficial, especialmente con las injusticias»

Lorenza Ghidini es la nueva y primera directora de Radio Popolare, una emisora italiana que opera desde Milán y pronto cumplirá 50 años de existencia. Este medio de comunicación mantiene su proyecto informativo con rigurosidad, alegría e ironía. Ghidini lo cuenta en 7K.

En 1975, Radio Popolare hizo su aparición en la onda media de Milán. Al calor de los movimientos populares que protagonizaban la vida política italiana, los micrófonos de Radio Popolare daban voz ‘a los sin voz’. ‘El metro cúbico’ se llamaba su primer estudio, en donde periodistas neófitos y profesionales comenzaban una andadura que les permitiría acceder al panorama informativo de la península.

La idea del proyecto informativo fue de Piero Scaramucci, primer director, que terminaría siendo una de las caras conocidas en la radiotelevisión pública italiana, la RAI. Esta cooperativa, creada por sindicatos, partidos de izquierda y personajes de la cultura italiana, fue el primer sustento organizativo de la radio. El movimiento de las radios libres, que en aquellos años se expandió por toda Italia, tenía en Radio Popolare la referencia obligada.

Aquí los personajes de la cultura y de la política mantenían un espacio a través del cual conectaban directamente con la ciudadanía, y no solo de Milán. Las voces de Dario Fo, Giorgio Gaber, Camilla Cederna, las crónicas de los acontecimientos más importantes como el secuestro de Aldo Moro, las retransmisiones sobre la inmigración de personas de África o América Latina, ‘Ghibli’, la primera en árabe, fueron pioneras en el panorama informativo italiano con miles de contribuciones que definieron el perfil de Radio Popolare.

Desde 1981 hasta hoy, con el programa ‘Jailhouse Rock’, también las voces y los testimonios desde las cárceles tienen su espacio para romper el silencio de los muros de las prisiones. Además, cuenta con un perfil y una vocación resumidos en el lema ‘Aquí nadie es extranjero’. Esta libertad de informar, a veces, ha sido también valiente, lo que ha permitido romper estrictos códigos ideológicos para conocer personajes de las ‘cloacas del Estado’ o de la hampa milanesa a través de entrevistas exclusivas con personajes como el neofascista Stefano Delle Chiaie o el bandido Renato Vallanzasca.

Tampoco han faltado programas como ‘Bar Sport’, un espacio en el que a partir del Mundial de Fútbol de 1986 se han incluido crónicas y comentarios en directo con sitio para la crítica y el humor para «burlarse del mundo del fútbol, que es lo más importante entre las cosas inútiles». En 1992, Radio Popolare estructuraba su presencia en Italia con otras emisoras de tendencia izquierdista a través de conexiones en directo en los informativos, llegando a convertirse en la red más grande de información independiente de Europa. La radio ha sido testimonio directo de acontecimientos como el G8 en Génova en 2001, la muerte de Carlo Giuliani o la ‘matanza en la escuela Diaz’, y fue para muchos una ayuda importante para escapar de las cargas policiales que en aquellos días se desencadenaron por la ciudad.

Lorenza Ghidini, la nueva directora de la radio, reitera la función de Radio Popolare con orgullo y una sonrisa radiante: «Su historia está profundamente entrelazada con la historia de la ciudad de Milán y más allá».

Ghidini nos acoge en su despacho, en la sede de la emisora. Dos mil metros cuadrados para la redacción, estudios y un auditorio con un centenar de asientos que lleva el nombre de Demetrio Stratos, cantante del grupo vanguardista Area, que quizás recuerdan los lectores por sus experimentos con la voz al estilo Mikel Laboa. Antes de la entrevista, nos encontramos con otros redactores, caras conocidas de mis años como colaborador de este medio. La cita coincide con el décimo aniversario de los atentados yihadistas de Madrid el 11 marzo de 2004. Recordamos aquel trágico día y también que Radio Popolare fue uno de los medios a nivel internacional que no atribuyó la autoría a ETA. Ghidini comenta: «Es un ejemplo del trabajo de Radio Popolare, no hay que confiar nunca en la versión oficial, especialmente en lo que respecta a las injusticias».

¿Cómo llegó a Radio Popolare?

Soy milanesa, estudié Literatura, aunque también me apasiona la historia y luego me gradué en Historia Contemporánea. Poco después, asistí a una escuela de posgrado en Periodismo, donde conocí a Piero Scaramucci, fundador y director de Radio Popolare, y a otros periodistas que impartieron el curso. Me incorporé a la emisora en 1998, en la sección de política y noticias. Me enamoré de Radio Popolare y me he quedado aquí. Aunque he tratado temas de actualidad, siempre he intentado introducir temas históricos, mi pasión, especialmente la historia reciente, como la de la Resistencia en la época contemporánea. Este era un terreno fértil para hacer este tipo de periodismo. Por ejemplo, en 2015, con motivo del 70º aniversario de la Liberación -se conmemora el final de la II Guerra Mundial y de la ocupación nazi en el país-, creamos un proyecto llamado ‘Radio Milano liberata’. Un ciclo de episodios de una hora en los que el formato siempre incluía una entrevista a un viejo partisano, algo cada vez más complicado de realizar debido a la edad de los protagonistas. En esos años, Milán era una de las zonas de Italia donde todavía quedaban algunos partisanos vivos. Las retransmisiones estuvieron acompañadas de música de la época -1944/45- y también de un recorrido por las calles de la ciudad o por plazas como Corso Indipendenza, por ejemplo, donde los gappistas (milicianos de los grupos proletarios antifascistas) mataron al fascista federal de Milán, Aldo Resega.

¿Qué función tiene la memoria en nuestros tiempos?

Creo que todavía tiene un gran valor político. Cuando se habla de memoria hay que hacer un gran esfuerzo para no ser retórico, porque quizás sea natural correr ese riesgo, pero cuando se dice que la memoria debe ser conocida y transmitida para que lo que pasó no vuelva a suceder, es retórico pero profundamente cierto. Es el valor político de la memoria.

Un valor político que la realidad italiana actual parece olvidar…

Nos encontramos en 2024 con el gobierno más derechista de la historia de la república. Dirigido por nostálgicos del Movimiento Social Italiano (partido neofascista de la Italia republicana), con un presidente del Senado como Ignacio Larussa, que tiene bustos de Benito Mussolini en casa. ¿Quién lo hubiera pensado? Un hombre que ocupa el segundo cargo más alto del Estado. Y esto es preocupante porque ellos mismos quieren socavar la Constitución, lo que debilita los fundamentos de nuestra democracia, como el equilibrio de poderes. Conocer la Constitución, saber cómo nació, conocer el trabajo que nació en la asamblea constituyente entre fuerzas muy diferentes, desde monárquicos hasta el Partido Comunista pasando por la Democracia Cristiana, para construir una democracia sólida basada en principios antifascistas. Por tanto, no se puede decir que en este momento histórico la memoria no sea un tema político muy importante.

¿Cómo definiría esta radio hoy?

Radio Popolare es una comunidad compuesta por nosotros, que trabajamos aquí, junto con nuestros oyentes y suscriptores. Casi 15.000 personas apoyan la radio, aunque podrían escucharla sin pagar. Somos una realidad política y cultural muy ligada a su territorio, aunque gracias al streaming pueden escucharnos desde cualquier lugar.

¿Cuántas personas trabajan en Radio Popolare?

Radio Popolare cuenta hoy con 40 personas contratadas, más decenas de colaboradores. Nos sustentamos con aportaciones voluntarias, es decir, con suscripciones, y cada año alrededor de 15.000 personas nos permiten realizar nuestro trabajo gracias a este apoyo. Las suscripciones son la partida de ingresos más importante de nuestro presupuesto, después están la publicidad, los fondos estatales para la edición y las iniciativas que organizamos cada año, como el premio ‘Operación Primavera’.

Cuestiones transversales como seguridad en el trabajo, sanidad, género, clima, inmigración, cárceles, están presentes en la programación radiofónica. ¿Hay prioridades?

Radio Popolare tiene casi 50 años y su historia está profundamente entrelazada con Milán y más allá. Hemos sido parte de las luchas de las mujeres y de los trabajadores, del debate dentro de la ciudad y de la izquierda italiana; hemos sido pioneros en la renovación de la cultura musical, ofreciendo a nuestro público música de Italia y del mundo mucho antes que los demás. Ciertos temas están presentes en nuestras retransmisiones a diario, pero muchas veces decidimos tener un espacio más concreto, tener un enfoque más específico, con invitados especializados y un lenguaje menos generalista. Se trata de dar mayor profundidad a estos temas, sin dejar de abordarlos casi en todas nuestras retransmisiones, y con un lenguaje que pueda interesar incluso a quienes no les sea familiar.

«Micrófono abierto» ha sido uno de los programas originales para dar voz a los y las oyentes.

Fue el gran invento de Radio Popolare a finales de los años 70. Los oyentes pueden llamar sin filtros y decir libremente lo que quieran. Tenemos libertad para dar información, ya que somos editores de nosotros mismos a través de nuestra cooperativa. Así se refleja dando paso a quienes nos escuchan para expresar sus ideas, sus críticas o su aprecio por lo que transmitimos.

En su presentación como directora dijo, entre otras cosas, que hay que volver a potenciar el periodismo de investigación.

En los últimos años, también a causa de la pandemia del covid, se ha descuidado el periodismo de investigación. Me gustaría que volviéramos a recuperarlo, a reconectarnos con contactos y fuentes, a mirar la realidad con otros ojos y a contarla con nuestra sensibilidad. Se necesita tiempo para dedicarnos a estudiar los temas que nos interesan y luego convertirlos en objeto de investigaciones. Con mucha serenidad espero recuperar la relación con el territorio de Milán y Lombardía, porque es importante y sobre todo te ofrece temas de actualidad. Con esto quiero decir que aquí hay personas, lugares, hechos locales que alcanzan una dimensión universal. Aquí vivimos día tras día el cambio climático, Milán es la ciudad más contaminada de Europa, cambios en el mundo del trabajo, nueva pobreza, malas condiciones laborales, desigualdades, el gran tema de la violencia de género... Necesitamos volver directamente a las noticias, sobre el terreno, grabar sonidos, voces, ruidos y estados de ánimo. Radio Popolare no puede vivir en una especie de burbuja en la que nosotros, nuestros oyentes y nuestros abonados seamos ciertamente importantes, porque nuestro objetivo ahora es ampliar la audiencia. Hablar de nuestros temas, pero también con aquellos que hasta ahora no nos han escuchado. Fortalecer el vínculo con el territorio significa mostrarse, darse a conocer y no solo que te escuchen.

Sin embargo, siempre ha tenido una predisposición hacia los temas nacionales e internacionales.

Nuestra vocación nacional e internacional está ahora en nuestro ADN. Esta proyección que dio a conocer a Radio Popolare, más allá de las fronteras de Milán y Lombardía, cosa que ocurre también en GARA, por ejemplo, es otra característica de la radio tras su inicio y es algo a lo que no puedes volver. Radio Popolare siempre ha aprovechado la contribución de colaboradores voluntarios y remunerados sobre todo en el papel de corresponsales extranjeros. Contarle al mundo lo que pasa en el mundo ha sido nuestra vocación desde el principio, incluso cuando retransmitíamos desde un estudio llamado ‘el metro cúbico’, para que los lectores se hagan una idea del tamaño que tenía el estudio. Gracias a su buena reputación, la radio siempre ha podido contar con la ayuda totalmente voluntaria de periodistas de otros periódicos. Periódicos que tenían y tienen recursos económicos mucho mayores que los nuestros, por lo que podían permitirse enviar corresponsales a todas partes del planeta, y esos corresponsales siempre se han puesto a nuestra disposición para llamarnos por teléfono, para contarnos lo que estaban viendo. Si te llama Radio Popolare sabes que la información no está siendo manipulada.

Desde las cintas hasta la digitalización, su archivo es una muestra de los acontecimientos, de las luchas y de los movimientos populares y de la política general en Italia de esas últimas décadas.

La tecnología es una gran aliada, especialmente de nuestro archivo. Un patrimonio que queremos valorar de cara a nuestro 50º aniversario, que celebraremos entre 2025 y 2026. Tenemos cientos de casetes para digitalizar y para que nuestra hermosa historia sea accesible tanto para quienes hagan Radio Popolare en el futuro como para quien la escucha, la ha escuchado en el pasado y la recuerda con mucho cariño.

«Poveri ma belli» y «Muoviti Muovit» son algunos de los títulos de su programación. La ironía no falta en la radio.

La ironía aquí siempre ha sido un rasgo distintivo, desde sus orígenes. Programas como ‘Borderline’, ‘Bar Sport’, ‘Sansone’ o ‘Il Demone del Tardi’ han entretenido a generaciones de oyentes, abordando temas más ligeros y serios con un enfoque desenfadado e inteligente. Hicimos sonreír pero también reflexionar.

¿Qué relación tienen con otros medios radiofónicos independientes italianos?

La llegada de lo digital y de Internet ha superado la necesidad de conectarnos con estaciones de radio locales en otros lugares de Italia, donde no llega nuestra señal de FM. Pero todavía estamos en redes con algunas emisoras que graban parte de nuestras transmisiones. La ‘Red Popolare’ nació en los años 90, pero con la gran crisis de 2008, con el colapso de la publicidad en el mundo editorial, lamentablemente cambió de cara, porque algunas emisoras de radio no resistieron el impacto y tuvieron que cerrar.

¿Quién es el y la oyente de Radio Popolare?

Predominantemente hombres, de mediana edad y mayores, a menudo graduados universitarios. Para los próximos años me gustaría dar más espacio a las voces femeninas y a las voces jóvenes, que aportan un enfoque, un lenguaje y una mirada menos predecibles y atraen a un público más variado del que hemos tenido durante muchos años. Tenemos una gran historia detrás de nosotros, pero debemos asegurarnos de que Radio Popolare tenga un buen futuro y, por lo tanto, siempre tenga nuevos oyentes.

Ha sido directora de Prisma, un observatorio de la vida cotidiana sobre la política italiana y los cambios más significativos en el extranjero.

Dirigí Prisma durante cinco años, y dos de ellos en pandemia. Prisma fue un gran observatorio de la reacción de la gente ante la crisis sanitaria: los oyentes fueron llamados para hablar de su vida cotidiana durante el confinamiento, pero también para opinar sobre las medidas adoptadas por el Gobierno. Fue un período en el que había pocas certezas, fue instructivo porque tuvimos que involucrarnos y abrirnos a diferentes opiniones. He observado cambios en los estilos de vida que han estado determinados por el período de pandemia, en el mundo del trabajo y los empleos, en el concepto de vida, en el concepto de sostenibilidad. Creo que la política aún no se ha adaptado a estos cambios.

Denos su opinión sobre la política italiana: desde la «hegemonía cultural» de la izquierda al Gobierno de ultraderecha...

La hegemonía cultural de la izquierda es un mito que hace tiempo que no se corresponde con la realidad. La propia izquierda está a menudo lejos de la realidad del país, ya no es capaz de hablar con las masas, de interceptar a esa gran parte de la población que se siente abandonada y ya no va a votar. La derecha llegó al poder después de diez años de gobiernos técnicos, gobiernos no elegidos por los ciudadanos o gobernados por mayorías improbables. Ahora se trata de una oposición desde abajo, porque en el Parlamento los números son despiadados. Es importante construir redes y proyectos que involucren también a segmentos de la población que hoy están alejados de los partidos, en primer lugar a los numerosos jóvenes que no se sienten representados por nadie. Radio Popolare tiene esta tarea.

Es la primera mujer en dirigir esta radio y su nombramiento fue noticia en los medios italianos. Parece que hoy en día tener una mujer directora sigue siendo un acontecimiento.

Estoy orgullosa de ser la primera directora de esta radio, antes que yo solo Marina Petrillo lo había conseguido pero como codirectora con dos compañeros varones. Los llamaban el ‘triunvirato’, como si todos fueran hombres... Las palabras son importantes, pero los hechos lo son aún más. En las redacciones de los periódicos el puesto de director casi siempre lo desempeñan los hombres; estamos contentos de haber dado una señal hacia la igualdad. Seamos realistas: Radio Popolare tiene 50 años de historia y están poniendo los ojos en blanco porque hay una directora. El machismo en los periódicos y en la política es muy transversal.

Radio Popolare siempre ha sido parte del movimiento feminista, desde los años 70. Llevo aquí 25 años, pero recuerdo con mucho cariño ‘Salgamos del silencio’, un movimiento nacido en Milán que luego se extendió por toda Italia. Nació a la luz de la ley 40, una ley oscurantista sobre la reproducción asistida, que afortunadamente fue anulada por los tribunales precisamente por su carácter retrógrado. Radio Popolare siguió ese movimiento desde dentro gracias sobre todo al trabajo de Letizia Mosca, periodista y activista feminista, que ya no está entre nosotras. En la radio decidimos, hace unos años, hacer huelga el 8 de Marzo. El movimiento que actualmente encarna el espíritu del movimiento feminista es ‘ni una menos’. Un movimiento de mujeres sacando a la calle muchas chicas y chicos con una praxis juvenil que a las feministas de otra época como a mí nos cuesta mezclar. Pero lo importante es que están ahí. Y el 25 de noviembre, un millón y medio de mujeres salieron a la calle, especialmente en Milán y Roma, pero también en el resto de Italia, una cifra positiva desde el punto de vista de que nos está ayudando a hacer nuestro trabajo.