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Paris

Wiggins: «Han sido tres semanas mágicas para el ciclismo»

Bradley Wiggins ya está inscrito en el libro de oro del Tour al convertirse en el primer ciclista británico que gana la carrera. Froome y Nibali le han acompañado en el podio, mientras Voeckler ha ganado la montaña, Sagan la regularidad y Van Garderen el maillot blanco.

Wiggins celebra la victoria en París. (Jeff PACHOUD / AFP)
Wiggins celebra la victoria en París. (Jeff PACHOUD / AFP)

El británico Bradley Wiggins, ha agradecido tras su victoria en el Tour el apoyo recibido por los aficionados y ha asegurado que han sido «tres semanas mágicas para el ciclismo».

«Solo quiero decir gracias, desde el fondo del corazón por vuestro apoyo. Han sido tres semanas mágicas para el ciclismo, sobre todo para el ciclismo británico. Me habéis ayudado a ganar este Tour de Francia», ha señalado Wiggins desde lo más alto del podio de París.

Wiggins ha restado importancia a ser el primer británico en ganar la carrera y asegurado que «lo más importante es haberla ganado».

«Ganar el Tour es lo más grande. No muchos ciclistas han ganado el Tour. Desde que yo nací solo hay 15 vencedores, yo soy el 16. Es una lista histórica, no hay muchos», ha destacado.

El ciclista ha afirmado tener «una sensación extraña». «Normalmente son los otros los que ganan el Tour», ha apostillado.

Wiggins viajará esta misma noche a Londres, donde a partir de mañana comenzará a preparar los Juegos Olímpicos.

«El primer objetivo sería ganar la prueba de ruta con Mark Cavendish, pero para mí sería maravilloso poder ganar el oro en la contrarreloj. Si estoy como ayer, en mi especialidad, puedo conseguirlo», ha indicado.

Un corredor especial

Nunca un británico había subido a ningún escalón del podio. Su fuerza contrarreloj, un equipo inabordable y la ayuda determinante de su compatriota Chris Froome, han sido las bases de un éxito sin precedentes.

Wiggins, un «personaje muy complejo», según Shane Sutton, preparador físico del Sky no ha hecho sino ratificar su condición de favorito en un Tour diseñado a su medida, con 100 kilómetros contrarreloj, su punto fuerte. El doble campeón olímpico y triple mundial en pista arrasó en las citas claves de Besançon u Chartres y aguantó en la montaña con los mejores.

Todo muy previsible en un año impecable del hijo de Gary, un australiano que corría en pista y que murió en 2008 en extrañas circunstancias. «Gracias a mi padre soy ciclista», recuerda. Llegó al Tour después de haber ganado esta temporada la París-Niza, el Tour de Romandía y el Dauphiné, algo inédito en la historia del ciclismo.

En el prólogo de Lieja cedió ante Fabian Cancellara por 7 segundos y en la séptima etapa ya se puso de líder en la Planche des Belles Filles, primer final en alto. Y de amarillo hasta los Campos Elíseos, donde escuchó el «God Save the Queen» con todo respeto, lejos de la broma que soltó el día de la visita del presidente francés François Holland. «Prefiero bailar en el podio un break dance con él a escuchar el himno», dijo.

Wiiggins ha estado escoltado en el cajón por Chris Froome y por Vincenzo Nibali. El primero de ellos el hombre fiel y obediente que tiró del freno en la montaña para no abandonar a su líder. Segundo en la Vuelta 2011 fue para muchos el más fuerte del Tour, pero se portó como un buen empleado de la empresa Sky.

Y el italiano ha sido el único que atacó la jerarquía del equipo británico, ya tiene un podio en las tres grandes, el más importante el primer puesto de la Vuelta 2010. Asegura que «los mejores años tienen que llegar».

Otros protagonistas

También han sido protagonistas del Tour la joya eslovaca Peter Sagan, que vuelve a casa con el maillot verde y tres triunfos de etapa. Y además se quedará con el coche de lujo de su patrón, que se lo prometió si alcanzaba los citados resultados.

En la montaña ha brillado con el maillot de puntos rojos el francés Thomas Voeckler, el mejor joven y maillot blanco fue el estadounidense Tejay Van Garderen y el equipo número uno el Radioshack.

El mejor vasco ha sido Haimar Zubeldia, que ha acabado en la sexta posición, y Euskaltel Euskadi ha dado la cara frente a las adeversidades. Tras perder a varios corredores por las caídas -entre ellos su líder Samuel Sanchéz- el conjunto vasco ha buscado una victoria de etapa que se le ha resistido.