El Consejo de Seguridad de la ONU ha dado por concluida la misión de los observadores en Siria, cuyo repliege se iniciará en los próximos días pese a la oposición de Rusia, que ha convocado para mañana una reunión del Grupo de Acción en la sede central del organismo para pedir el cese de la violencia.

«Era una decisión necesaria, considerando la situación en el país y la división existente en el Consejo de Seguridad», ha dicho el presidente de turno, el embajador francés Gérard Araud.

El embajador ruso, Vitaly Churkin, por su parte, ha lamentado dicha decisión y ha acusado a «algunos países» de no haber mostrado «suficiente compromiso» para lograr el cese de la violencia.

«Hay que lanzar una llamada conjunta a las partes del conflicto para que cesen la violencia y autoricen a sus representantes para negociar una solución política», ha dicho Churkin.

La misión pasará a manos del Departamento de Asuntos Políticos de Naciones Unidas.