Javier Rebollo, autor de voz insobornable que ya ganó la Concha de Plata al mejor director con ‘La mujer sin piano’, vuelve a experimentar con las formas en ‘El muerto y ser feliz’, un viaje de 6.000 kilómetros por Argentina en el que un espléndido José Sacristán «huye de la muerte corriendo hacia ella», según el actor.
Vinculado a Buenos Aires por su extensa carrera teatral, Sacristán ha presentado este «traje a medida» que le han hecho Javier Rebollo y su guionista Lola Mayo, en el que los caminos de la película se dividen entre una omnipresente voz en off y unas imágenes que a veces le corresponden, pero otras veces no.
«Esa voz crea una sospecha sobre lo real, empieza siendo simplemente una descripción pero, ¡ojo! No se fía usted de todo lo que ve», ha explicado Rebollo.
Unanimidad total ha habido, en cambio, ante el juego metalingüístico que dibuja el prolífico y brillante cineasta francés François Ozon en ‘Dans la maison’, entretenimiento con distintos niveles de ingenio tejido sobre la obra teatral ‘El chico de la última fila’, del dramaturgo Juan Mayorga.
Protagonizada por un extraordinario Fabrice Luchini y con la participación de Kristin Scott Thomas y Emmanuelle Seigner, ‘Dans la maison’ establece un cruce entre realidad y creación que comienza cuando un aburrido profesor de Literatura de un instituto se engancha al relato por entregas que le escribe un alumno basándose en sus propias experiencias.